La definición que mejor califica a muchos dirigentes del opus es la de ‘Los nuevos fariseos del siglo XXI’. Pueden sonreír mientras por la espalda te están apuñalando.

Documentación completa tengo de cómo actúan en Medios de comunicación (gracias a Dios cada vez menos) que controlan tanto en algunos países de Europa (Italia, España) como en América (Argentina y México fundamentalmente).

Mientras un director del opus va de buen cuate, sonriendo y felicitando, el responsable-numerario de uno de sus Medios prohíbe a la redacción que se cite a esa misma persona, uno de los próceres en esa área científica, sólo porque fue del opus.

MIENTEN en el opus cuando dicen que les interesan todas las almas.

MIENTEN cuando proclaman que buscan la santidad.

Son un grupo más, con intereses propios, y con un montón de seguidores que, como decía Bacon, pueden resumirse en los siguientes: 1.- Fanáticos, porque no quieren pensar, 2.- idiotas, porque no pueden pensar, 3.- cobardes, porque no se atreven a pensar.

Si los cobardes se atrevieran a pensar, o se irían, o desbancarían a los fanáticos y a los idiotas, que cubren un gran número de puestos de dirección.

Hay también ingenuos, que se creen los mantras que lanzan. De ahí, el síndrome de Estocolmo en algunos ex.

Qué Dios perdone al Opus por el daño que están haciendo a muchos católicos de a pie que estamos escandalizados con tanta hipocresía.

Unomas