Hola a todos:

La primera intención que tuve al ponerme a escribir,  era  deciros que conozco a Jacinto y que os quería ofrecer una breve opinión sobre su persona. 

Creo que es inteligente, culto, conocedor de muchos temas y materias. Un estudioso incansable y un trabajador envidiable.

Y paso a otro tema, ya que al abrir la página he leido - tengo que reconocer que un poco de prisa - un escrito que nos envía  Alejandro (he olvidado el apellido) desde Guatemala o el Salvador. Y a él le digo, que seguramente lo que ha visto, es bueno, pero para hablar con conocimiento, hay que hacerlo habiéndolo visto todo y no sólo una parte. No quiero quitar méritos a la Obra por las buenas labores que lleva a cabo.  Pero lo realmente bueno sería, que  los que las llevan a cabo lo hicieran porque lo sienten, como los misioneros o los médicos sin fronteras, y no por dar una buena imagen. Y conste que no quiero poner en tela de juicio sus intenciones, eso sólo puede hacerlo Dios.

Alejandro no puedes hablar con conocimiento de causa, porque no  has estado en la  Obra, y las cosas se ven muy distintas, cuando has estado. Yo puedo opinar del antes, del durante y del después.

Espero que la película que tienen en proyecto sea más clara que las entrevistas y programas que han aparecido en los medios, dónde sólo hablan de "verdades" pero no se cuenta toda la verdad. Confío en que sea una película "transparente", para que a la Obra se la pueda dejar de tachar de "secretista". ¿Soy una ilusa?

Y para terminar, y aunque creo que ya es un poco tarde, decirle a Tomás, que agradezco su carta cuando pide perdón. !Qué detallazo, y que buena persona eres! Tan  bueno que tu "pedida de perdón" la haces extensiva a todos. Pero ahí no puedo darte la razón. Sólo piden perdón aquellos que aman y aquellos que reconocen que han hecho daño. Pero por desgracia ésto no es así. Para hacer las cosas, hay que ir dando pasos. Para perdonar, primero hay que "aprender  a querer", y después vendrá el perdón.

Yo no siento la necesidad de que me pidan perdón, pues no creo que me hayan hecho tanto daño, al menos conscientemente por mi parte, pero sí me gustaría que reconocieran sus errores.

Y ya, lo último para tí,  Tomás. Cuando me fui, nadie me agradeció nada, ni trabajo, ni esfuerzo ni años pasados en la Obra, que fueron  muchos y "curré" mucho. Tampoco espero que nadie lo haga, ya que sé que hay "Alguien que lo hará" y "Este" es el único que me importa. Pero se echa de menos, que al salir nadie te llame, ni te pregunte cómo te va.

Un abrazo sincero para todos.

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