Estimados Orejas,

 

le he estado dando vueltas al tema del banco Condal, me parece más interesante como tema que mi persona. Y es que pedir un crédito a un banco del Opus para pagar al mismo Opus creo que tiene su miga. Realmente es un modo de hacer que el dinero circule pero sin cambiar de manos en el fondo. es un circuito cerrado.

 

No hay que olvidar que el numerario estudiante que pide el crédito, realmente no es un sujeto económico en el sentido de que pueda disponer del dinero que recibe para otra cosa. No puede elegir una residencia más barata por ejemplo y tener un dinerillo para juergas o irse al carnaval de Cádiz si le apetece. O incluso iniciar un negocio cualquiera por su cuenta, uno pequeño quiero decir, de esos que hacen algunos estudiantes vendiendo todo tipo de cosas. El estudiante "favorecido" por el banco Condal está obligado a vivir en una residencia opusiana. También esto lo ignora la autoridad financiera correspondiente. Detalle fundamental a la hora de juzgar en qué se invierten los beneficios de una entidad bancaria.

 

Así que cara a Hacienda es genial para el banco del Opus porque ayuda a estudiantes, cumple con la función social del capital. Sólo falta el pequeño detalle de que la Agencia tributaria ignora, porque no tiene los datos de quien pertenece a la firma Opus, que en realidad el Opus se está ayudando a sí mismo, que el dinero no cambia de manos, y que para ello se utiliza al pobre ingenuo que piensa haber entregado su vida a Dios nuestro Señor.

 

Cuando el numerario termine la carrera y empiece a ganar un sueldo, empezará a entrar dinero para engrosar el capital, un capital que realmente no fue nunca prestado. Siempre recoger, nunca dar. Pedirle al opus que dejé de amasar dinero es pedir peras al olmo.

 

Es también lo que ocurre con las firmas que se  nos pedían de vez en cuando en Vendís de acciones de sus inmobiliarias. Puede haber mil firmas de numerarias distintas, con lo cual para Hacienda hay un montón de gente "poseyendo" esas acciones. Pero en el fondo es falso porque, al menos yo ni nadie con quien conviví y firmó, fue convocada jamás a una junta de accionistas, jamás se me pidió opinión sobre "mis" acciones. Cara al Estado eran mías. En realidad no lo eran, pues yo no decidía qué hacer con ellas, y ni siquiera se me daba un justificante de que yo las poseyera. Todos esos documentos obran en manos de las delegaciones supongo, y de sus oficinas de inmobiliarias. En Pamplona recuerdo que había una numeraria dedicada a esto en especial, una tal Maria Angeles, y trabajaba en un local aparte de la delegación.

 

Y también he caído en otra cuestión. La policía española no tiene datos para sospechar de una organización que provoca suicidios e incluso se "deshace" de la gente cuando le conviene. Si por los efectos de la vida en el Opus muere una numeraria en Valladolid, otro en Málaga y otro en Alcorcón, el estado español al no tener un listado de quien pertenece, exactamente donde están sus centros... (Lo normal en cualquier asociación cívica normal) no tiene medios para atar cabos y sospechar lo que aquí creo que por ejemplo, gracias a Moncada y su artículo sobre suicidios, es vox populi, que esas muertes están todas relacionadas.

 

Así actúa el opus, siempre moviéndose en la sombra. La publicidad sería su ruina. Me refiero: listado de centros y direcciones, listado de socios y estatuto de cada cual, tanto para la iglesia como para el Estado ¿qué menos se puede pedir? Pero al actuar en la sombra se produce un vacío legal en el que sucede que los derechos elementales recogidos en la constitución y en la declaración de la ONU no pueden ser tutelados.

 

Como bien dice un correo, Sevilla es solo un caso más del poder actuante del opus dei. En filosofía también coparon Málaga, con Falgueras, Melendo que yo sepa, y en Murcia, García Marqués es el que conozco en la pública. En la universidad católica de Murcia, creada a la sombra del obispo, también me consta que hay un buen puñado repartiéndose el pastel.

 

Si resulta que el opus es un grupo de poder que busca situarse, pues que lo digan ¿para qué el cuento de que "Dios te llama"? Lo peor de todo el tinglado es que muchos de ellos siguen creyendo seriamente que Dios los ha llamado, y eso sí que es un problema, visto lo visto.

 

Ana Azanza