Modestísimo consejo a Mariagonzalez: escrito "Mi hijo piensa que quiere ser sacerdote" (14/02/07)

Querida Mariagonzalez: sólo tú eres su madre. No te acomplejes, que tu consejo al hijo que has llevado en tus entrañas también cuenta. ¡¡¡ Y mucho !!! Dile con franqueza y cariño cuáles son tus temores y cuáles son tus esperanzas. Involucra a su padre. Habladlo con el, llanamente, sin ocultar cuál es "tu o vuestra" opinión. No te desanimes si no lo consigues a las primeras de cambio. Te aseguro que pocas cosas son más fuertes que el amor de una madre.

Por sentido común, una decisión de tanta envergadura debe meditarse cumplidamente, es decir, abundantemente, o sea, sin urgencias, esto es, "piano piano". Y a la vez, seriamente, con profundidad, conocimiento y madurez.

No sobra ningún consejo ni opinión. Pero no te confundas, que tampoco valen todos. Piensa que lo esencial en un "buen consejo" es: 1º.- Que la persona de la que proviene sepa mucho y bien de la materia y circunstancias del caso. 2º.- Que no tenga ningún interés personal en el asunto. 3º.- Que el que lo da obre en conciencia y el que lo recibe lo haga con agradecimiento.

Antes se decía que el buen consejero es persona de ciencia y virtud probadas.

Otra cosa: los buenos consejos no suplantan nunca a eso que se llama "libertad" ni tampoco garantizan el éxito. El éxito sólo está garantizado por la caridad.

Te recuerdo, aunque creo que ya lo sabes, que el Obispo encabeza la jerarquía de la iglesia particular diocesana.

Atentamente,

Mineru