Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Ana Azanza, una radical.- Unamigo

900. Sin clasificar
Unamigo :

Hace años que no leo los escritos de Azanza porque comenzó a cansarme su radicalidad barata. Además, el modo que tiene de convertir la anécdota en categoría es insufrible para cualquier mente medianamente analítica. El miércoles pasado cometí el error de fijarme en un texto suyo y descubrir el nombre de una persona que conocí bien, Ricardo Yepes Stork, amigo mío, y me afané en la lectura de las líneas que ahora resalto: En cuanto a las muertes extrañas, pues sí lo sigo manteniendo, en el opus dei hay muchas muertes a destiempo, que no toca. No es una ni dos, son muchas más. Aquí han salido Ricardo Yepes, ¡con lo pacífico que parecía ese señor!, no lo veo poniendo su vida en peligro en el Pirineo como dicen. No me lo trago.  

 

Tengo información directísima sobre la muerte de Ricardo producida en un fatal accidente de montaña mientras ascendía al Bacías (2.700 metros), montaña sencilla del circo de Panticosa, en el Pirineo aragonés. Su muerte fue producida por un alud de placa, esos que se ponen en movimiento sin hacer ruido, incluso con reducida pendiente, cuando la capa nívea más reciente se asienta en otra congelada y ya estratificada. Ricardo tenía ganas de llegar al Bacías y por eso dejó a X, su compañero en esa excursión, descansando en el collado que da acceso a la cresta de la cumbre. X dormitó un rato, no demasiado, pues los ladridos del perro que les acompañó en el ascenso desde el aparcamiento del balneario de Panticosa, le despertó al poco tiempo. X y Ricardo nominaron ese día al perro con el nombre de “Borobio”, ya que las papadas del can les recordaba al profesor de arquitectura de la U. de N. El caso es que el perro iba y volvía aloquecido al recodo del collado con índole de querer decir algo, y allí se acercó X. Al instante vio una masa de nieve producto de un alud que no estaba antes, y con rapidez se acercó al lugar donde ladraba el perro. De la nieve sobresalía la mano de Ricardo, muerto ya por asfixia. Era la una de la tarde, más o menos, de un día caluroso de diciembre de 1996. X comprobó que no había nada que hacer por la vida de su amigo y bajó de inmediato al valle para avisar a la Guardia Civil y llamar al centro donde residía.

 

Así fue como murió mi amigo Ricardo Yepes y no como sugieres tu en el escrito del miércoles pasado. Espero que tras la lectura de este mío te lo tragues y que pidas perdón, pues sólo así fue como ocurrió. Pero en el caso de que Ricardo se hubiera suicidado, que no lo hizo, no tienes ningún derecho a decirlo en sede pública, y por este motivo sólo puedo decirte una cosa Ana Azanza, que eres tonta. Decir algo de lo que apuntas sin ser verdad es una infamia, y también lo sería en el supuesto de que Ricardo hubiera decidido quitarse de en medio.

 

Aprovecho la ocasión para explicarte que hay muchas maneras de criticar al opus, pues en sus costumbres y praxis de gobierno se dan cosas gravísimas contra la libertad de las conciencias y contra los derechos humanos, como así se pone de manifiesto en muchas ocasiones en Orejas y en la vida de todos los que hemos padecido su influencia. Por este motivo no se entiende el modo que tienes de criticar disparando a todo lo que se mueve con perfil de opus. Recuerdo que cuando llegué por vez primera a Austria, hace ya unos cuantos años, para hacer el curso anual, el opus sufría críticas porque le acusaban de traficar con armas. El ataque era tan burdo y barato que no se lo creyó nadie, porque no era creíble, a parte de tonto, pues existían multitud de motivos para meterle el dedo en el ojo al opus sin necesidad de inventarse cosas absurdas. No hace mucho tiempo pude hojear un libro que recogía las acuarelas que Hitler pintó en su horrible vida, y puedo decir que eran preciosas y  muchas de ellas bellísimas. Pues bien, para explicar que Hitler era una mala bestia y la cosa más pérfida parida por el género humano, no tengo necesidad de negar la evidencia y decir que sus acuarelas eran malas y estúpidas, porque no es cierto. El nazismo tiene suficientes motivos para su condena sin necesidad de inventarse nuevos males inexistentes, y eso haces tu, en tu crítica al opus. Eres tan simple que no te das cuenta de lo que dices y precisamente tu argumentario crítico sirve para descalificarte completamente. Te puedo asegurar que como sigas con esos argumentos al opus no le inquietarán nunca tus denuncias.

 

En tu extraño libro te dedicas a decir nombres a troche y moche causando daño a personas valiosísimas y buenísimas, antes de estar en la opus y después de salir de la institución. ¿Qué derecho tienes a decir que fulanita, pobre chica y prima mía, se empastillaba como remedio para combatir sus depresiones? ¿Tú no sabes lo que es la deontología?, ¿no sabes que no se pueden airear la intimidad de los demás por buena que sea la causa que intentas denunciar? ¿Tú qué pensarías de mi si dijera de ti, en cualquier escrito mío, que te vi en una ocasión en las oscuridades de la Taconera, dejándote meter mano por un becario de primero de Farmacia para así aliviar la tensión que te producía vivir en un centro del opus, o porque la directora te decía que eras fea y gorda? ¿Pero es que no te das cuenta que todo tiene un límite, y que hay cosas que no se pueden decir nunca por muy ciertas que sean, y mucho más, además, si son una falsedad? Te estás dedicando a infamar y eso es una cosa muy fea, en serio. Te sugiero que te tomes cinco o seis años sabáticos de Orejas para reflexionar sobre estas cosas y dejes de ser la niña petulante en la que te has convertido.

 

Entiende que soy historiador y ejerzo mi profesión en el área de historia contemporánea reciente española; por este motivo puedo decirte que el meneo que le concedes a Cacho Viu es otra falsedad tuya. Cacho fue un auténtico liberal, posiblemente lo más abierto de inteligencia de aquella generación de numerarios que se vieron atrapados, sin saberlo, en una religiosidad que ya estaba agotada. Vicente Cacho fue lo más respetuoso, decente y liberal que yo he conocido, y posiblemente lo mejor que produjo el opus dei originario. ¿Pero quien eres tú para soltar las chorradas que dictas sobre personas que no has conocido ni tratado?

 

Otra cuestión; te recomiendo que no abuses al citar como fuente única la producción de Ruedo Ibérico; gran parte de lo poco que queda del rojerío intelectual de aquellos años se ríen en los congresos de quienes siguen citando esas fuentes, pues son sesgadas y muchas veces simples, en gran parte, y sé de qué hablo; no quedes en ridículo Azanza, hay muchas maneras de poner en sordina al opus sin hacer el lelo.

 

Para terminar permíteme decirte que el juicio que hace de la cátedra de Choza es otra mentira, otra infamia. Choza, con absoluta seguridad, es uno de los filósofos más prestigiados de España, reconocido por gente de todo tipo de tendencias, por colegas que pacen en cualquier pesebre. Has de saber, indocumentada, que en la década de los ochenta y noventa del siglo pasado, ser del opus era una auténtica rémora, un inconveniente para sacar cátedras de filosofía. No sabrás seguramente, porque no viene en Ruedo Ibérico, que con la transición y la inauguración del Estado de la Autonomías en España, cada nueva demarcación territorial inauguró su propia Universidad dotando de cátedras a troche y moche. Ya no había suficientes numerarios catedráticos que acudieran a los tribunales como jueces de los opositores y por eso se hizo especialmente difícil que los doctores en filosofía del opus pudieran acceder a las cátedras, salvo en algún caso contado. Los momentos de gloria en los que cualquier numerario indocumentado podía sacar una cátedra se terminaron a finales de los años setenta. Quédate con el dato de que las plazas que se ocuparon con licenciados de Navarra en Sevilla, ninguno era del opus, salvo uno, que casualmente venía de Austria y no de Navarra.

 

Seguramente esta nota mía te hará poner mohín de chavala incomprendida, pero no es así, pues comprender se te comprende. Lo que no se entiende es que dediques tanto esfuerzo a contar vaguedades –que si aquella directora me dijo eso, que si aquella compañera me dijo lo otro-, en vez de hacer una crítica contra lo nuclear del opus, que es evidente y fácil de hincarle el diente. Por favor deja en paz a los muertos y no injuries más.

 

Un amigo




Publicado el Friday, 09 February 2007



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 900. Sin clasificar


Noticia más leída sobre 900. Sin clasificar:
ENRIQUE ROJAS: PUCHERAZO.- Isabel Caballero


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.190 Segundos