Querida Agustina:

 

No acabo de entender  por qué dejas aterrizar en la pagina Web, a todos aquellos "defensores de Dios", que van perdidos por el espacio sideral con su platillo volante.

 

Tampoco acabo de entender, cómo los defensores de Dios tienen tan verde la oración del Padre nuestro; todavía en el tiempo que llevo leyendo la web, de todos los que han escrito en la web pertenecientes al Opus Dei o a sus alrededores, todavía no he leído a nadie que nos perdone por las ofensas y faltas que  hemos cometido contra ellos.

 

Muchos nos hablan, de que perdonemos al Opus Dei por el daño que nos haya podido hacer; muchos hablan  de defender los derechos de Dios y del Opus Dei.

 

Muchos hablan de que rezarán por nosotros.

 

Muchos dicen, que no les gusta ser severos corrigiendo, pero que lo han de ser con nosotros por el bien de nuestras almas.

 

Pero todavía, no he visto ni a uno, que sea farola encendida del Opus Dei, que empiece diciendo: "sin querer, pasaba por aquí, y me he dado cuenta de que me estabais ofendiendo, y como discípulo o discípula de Cristo, cristiano, os perdono de corazón.

 

Debe ser que la oración del Padre nuestro, es poco sutil para los que andan perdidos por el espacio sideral.

 

".... perdona nuestras ofensas, como también nosotros  perdonamos a los que nos ofenden..."

 

Que Dios os cuide.

 

Ruta de Aragón.

 

Nota de Agustina.- Querido Ruta, yo no espero que nadie del opusdei me perdone porque nunca voy a pedir perdón. Si nos calláramos, cerráramos la web y les dejáramos campar a sus anchas, entonces sí que deberíamos pedir perdón: a nosotro mismos y a los que dependen de nosotros para que no caigan en lo mismo. Yo quiero vivir con mi conciencia tranquila, por eso dedico muchas horas a la web, como tantos otros. Aprovecho para comentarte que aunque no fuera para reírse, me reí mucho imaginando la situación que describes en tu escrito "Visitas al psiquiatra de un numerario". Tenía pendiente decírtelo. Un abrazo, Agustina.