Querido Tomás:

Lo primero que quería decirte es que no me gusta mucho  hablar con las personas a través de una máquina. Prefiero hacerlo personalmente o escribiendo una carta de mi puño y letra.  Me he decidido a hacerlo porque veo en tí una persona noble, sin maldad, y que simplemente quiere ofrecernos su testimonio y su opinión.

Yo también quería decirte lo que pienso sobre el tema de las numerarias auxiliares. Te diré que la mayoría de ellas trabajan todos los días de 8,00 de la mañana a  7,00 de la tarde. Un  día cualquiera salen antes para dedicarse a su encargo  apostólico. Trabajan los sábados y domingos hasta las 3,30 o 4,00. Trabajan todos los días de fiesta. Trabajan en Navidad en,  Año Nuevo, en Semana Santa, en las fiestas locales. No son los los numerarios los que las hacen esclavas, es el sistema.

Se sienten madres y hermanas (las que se sienten así, que no son muchas) porque es lo que les han dicho desde que pisaron la Obra y se lo repiten todos los años, en convivencias, cursos anuales, charlas, círculos, etc. Hay algunas que lo hacen de mil amores, pero  hay otras que están hasta las narices. En los tiempos que corren resulta muy extraño que haya personas a las que se les sirve la mesa. Los tiempos cambian, ¿cuánta ropa te has planchado desde que estás en la Obra? ¿Has fregado alguna vez los platos? ¿Por qué los días de fiesta o los domingos no invitais a vuestras "madres y hermanas" a comer fuera de casa?¿Es porque sois familia mumerosa y pobre y no  hay dinero para ello? ¿Cuántas familias pobres y numerosas tienen doncellas que les sirvan en el comedor? ¿No podrían disfrutar las numerarias auxiliares de las fiestas, como lo hacen los numerarios y numerarias que no tienen este trabajo?.¿Por qué se les llamaba sirvientas y se cambió el nombre?

Hay otros muchos aspectos de los  que te podría hablar, pero tal vez lo haga  otro día.

Yo estuve más de 20 años en la Obra, hace casi 6 que me fuí y no sé si en este tiempo habrá cambiado algo,  yo te cuento las cosas como estaban cuando la dejé. Un abrazo de verdad, porque creo que eres una buena persona. Creo que estás contento y que estás haciendo lo que debes hacer. Yo también lo estuve, pero llegó un momento en que maduré un poco, empecé a hacerme preguntas, veía muchas lagunas y muchas contradicciones, pero sobre todo me dí cuenta de que hacía y decía cosas en las que no creía. No quería seguir teniendo una doble vida.

Otro abrazo y un beso. (no te pongas colorado) Books.