Las nuevas ediciones de los <documentos internos> me recuerdan la práctica, que podríamos llamar revisionista, del Opusdei. Con frecuencia hay nuevas versiones de documentos, cambios de escritos, textos, etc. Cada vez que éstos se recibían había que destruir los anteriores o enviarlos a los directores superiores. También se ordenaba que los escritos recibidos, una vez leídos y ejecutados, se debían destruir.

Todo esto demuestra un claro afán de no dejar huella. De que lo que hay ahora parece que es lo que ha habido siempre, y no es así.

Claro que esas sucesivas ediciones de documentos sí que quedarían guardadas en algún lugar, para la Historia. Supongo que con este fin se intentó construir un archivo supersecreto y superseguro.

Me gustaría que si alguien tiene más datos nos los cuente, pues nunca lo he leído en la web. Pero recuerdo que hacia los años 80 se habló de un proyecto de construir una casa de retiros en Suiza, que sería algo más que eso, pues el lugar podría ser idóneo para conservar las informaciones más delicadas. ¿Sería por temor a la llegada del comunismo al gobierno de Italia? ¿Sería por la previsible neutralidad del país en la tercera guerra mundial? ¿Por la legislación sobre el secreto en Suiza?

Por lo que recuerdo se comentó que no pudo construirse porque la edificación no fue finalmente autorizada en los terrenos que se habían adquirido para esto.

Mayco