Querida Lidia:

yo también fui aspirante a los 14 años... mis padres eran y siguen siendo supernumerarios.. cuando hablaba con mi padre hace pocos meses (perdón, me olvidé aclararte que han pasado 24 años desde entonces) me decía con estupor que a él le habían dicho que uno tenía la libertad para irse en cualquier momento sin que afectara en nada la vida de su hija.. Pues le mintieron a mi padre del mismo modo que te mintieron a vos... Porque una semana después de escribir la carta pidiendo la admisión como aspirante, me fui al curso anual (una convivencia solo para aspirantes a numerarias) y desde la primera clase el sacerdote nos dijo que teníamos una vocación divina, eterna y para siempre y que teníamos que cuidarla como un gran tesoro contra cualquier obstáculo o enemigo que se nos presentara... 14 años y desde el primer día la prédica persistente, constante, sutil y manifiesta fue que la vocación era "del todo y para siempre"... También se aseguró el sacerdote de hablarlos de las cosas horribles que les ocurrieron a las personas que se fueron de la obra (empezando por Miguel Fisac al que citó con nombre y apellido... de eso me acuerdo perfectamente bien porque me pareció mal...)

Y me convencieron de que tenía que perseverar para agradar a Dios y de que si no lo hacía estaría dándole la espalda a Dios... Yo tenía 14 años y como tu hijo estaba descubriendo el amor de Dios y los grandes ideales de servirle, cambiar el mundo y santificar la sociedad...

13 años después enferma con una fuerte depresión, decidí irme del Opus Dei... como a muchos de los que acá escriben, me dijeron que nunca sería feliz y no alcanzaría la salvación eterna... Mis padres me recibieron.. o recibieron lo que quedaba de mí... tres meses después no quedaban rastros de la depresión en mi vida... te cuento, Lidia, que los del opus estaban equivocados, soy una mujer muy feliz (en esta vida) y estoy segura de que si sigo buscando a Dios "en los pucheros" y si no lo traiciono en serio, me recibirá con los brazos abiertos como un buen Padre cuando mis días lleguen a su fin... Mientras tanto trato de hacer feliz a mi marido y de enseñar a mis tres hijos a conocer, amar y servir a Dios.. pero al Dios de verdad.. no al Dios "tiquismiquis" del opus dei...

Mi madre hoy me pide perdón por no haber sido más fuerte y haberse dejado "engatusar" por las directoras... no hagas lo mismo!! Decíle a tu hijo que espere y si, cuando sea mayor de edad, quiere ser numerario "adelante con los faroles" pero no a los 14 años!!!!! Por favor!!!

Jacinta Unzué