Instrumentos de Dios = esclavos de los directores

Australopitecus, 4 de diciembre de 2006

Hola:

Para que se entienda un poco mas el talante fanatico de San Josemaría Escrivá es bueno traer a colación un tema muy manido en su doctrina: el de que los miembros de la obra son instrumentos de Dios.

De por si el concepto ya es deshumanizante. Ser instrumentos supone que el fin con el que Dios crea a cada ser humano es el de pedirle su libertad y usarlo como agente pasivo de su plan para la humanidad. Sé que aquí saltara mas de un defensor de la prelatura para afirmar que en la obra se fomenta y se respeta la iniciativa personal. Pero esto solo es el el papel, en la realidad cuentan mas textos como los que citare a continuación...

 [En esta frase Escriva juega con la suposicion de que el que lo escucha esta desganado por su -supuesta- falta de frutos apostolicos, pero tambien es posible que la persona haya sido movida a pensar que es indigna de su vocacion por la propia predicacion de la obra. Una de las tacticas de la obra es crear una disposicion de autodesprecio para que la persona este mejor dispuesta a ceder mas facilmente en su posible oposicion a un criterio practico de la obra. Asi que las causas de esta posible desmotivacion, pueden ser varias, pero casi todas son creadas por la misma obra. Asi que Escriva aqui peca de manipulador, ahora como que quiere sacar a esa persona de su baja autoestima despues que en la misma obra le incita a uno a tenerse como lo peor.]

Jesucristo parece responder a semejantes reflexiones: “¡Tonto! Para que se haga mi Voluntad, Yo necesito de toda clase de instrumentos. [muy mal sicologo el Jesucristo de Escrivá] En mi labor, infinitamente amplia y variada, se requieren desde la herramienta grande, dura, tosca, hasta la más fina y delicada. Se emplea cada una a su tiempo, del modo que conviene. A veces, en mi taller, es necesario desbastar un tronco, para transformarlo en tablón; me sería inútil una lima de joyero o unas pinzas de platino y, en cambio, viene bien un serrucho fuerte, de dientes firmes. [aqui esta el veneno, el Jesucristo de Escrivá, se entretiene en dejar que la vida de sus protegidos pierda el sentido demasiado a menudo y resulta que uno termina preguntandose demasiado por que no se siente a gusto con su "encargo"] En otros momentos, hay que componer un reloj, y necesito un destornillador finísimo, una lente, ruedas muy delicadas; ¿de qué me serviría un azadón, una pala, o un martillo grande? Cada instrumento a su tiempo, para su labor. Todo tu deber consiste, por tanto, en aguardar en el taller a que llegue tu hora, conservándote en buen uso”.

 [Otra vez la idea pasiva de la vocacion humana]

95 El Señor quiere que los instrumentos hagan lo posible para estar bien dispuestos: has de procurar que nunca falte esa buena disposición tuya. Y de esa manera se multiplicarán a tu alrededor todas las cosas buenas, se llenarán de luz y de sal las inteligencias y las costumbres.

96 El Señor busca el instrumento inepto para que se vea que es El quien actúa. Cuando seáis viejos, veréis que Dios os ha utilizado como instrumentos —pobres y pequeños, como sois— para cosas heroicas y grandes.

[Lo malo en la doctrina de Escriva es que la idea de ser Instrumentos de Dios se utiliza para convencer a la persona de no confiar nunca en el propio criterio cuando los directores le piden algo que le va a costar por no ser adecuado a la propia manera de ser, o porque es una verdadera injusticia o por cualquier otro motivo que haga dificil aceptar esa orden. El ser "instrumento inepto" implica estar "bien dispuesto" que en buen castellano se traduce en estar dispuesto a asumir una orden que no tenga una base solida y que sea a todas luces innecesaria para el fin supuesto de la Obra. Un ejemplo concreto es el de aceptar el hecho de no hacer "visitas a la familia de sangre" con el pretexto de estar muy ocupados en las "labores de la obra" cuando uno comprueba lo injusto que resulta esa marginacion de la propia familia. Ademas muchas veces uno tiene que comprobar -con tristeza- que ese "sacrificio" solo lo hace uno que es numerario de a pie. Yo recuerdo que muchas veces me tocaba tragarme el hecho de que si un numerario tenia facilidades de viajar por motivos profesionales a su ciudad de origen este viajara mas a menudo a verlos, o el hecho de que otro numerario -mas avispado, o mas apostolico- siempre contara con el visto bueno de los directores para viajar a la casa de sus padres mientars que a mi se me obligaba a mendigar esta posibilidad.]

Y esas "buenas disposiciones" implicaban la pasividad de uno para aceptar todos los criterios que se recogen en los diferentes documentos de gobierno, especialmente en el Vademecum de Gobierno Local. 

Pero yo soy muy poco elocuente para este tema dejemos que un texto de cuadernos 8 nos lo explique mejor:

"Unión con Cristo también por la obediencia. Vosotros sois cuerpo de Cristo, y cada uno un miembro de él (44). ¿Cómo seríamos buenos instrumentos, si nos sustrajéramos a lo que es voluntad expresa de Dios? Obedeced, como en las manos del artista obedece un instrumento -que no se para a considerar por qué hace esto o lo otro-, seguros de que nunca se os mandará cosa que no sea buena y para toda la gloria de Dios (45). Y los que hacen cabeza son quienes con más fidelidad necesitan vivir la virtud santa de la obediencia: porque, en primer lugar, han de identificarse. con sus Directores inmediatos; y, además, han de acomodarse siempre al espíritu y a las normas de la Obra (46).

Toda la diligencia necesaria para ser buenos instrumentos tiene su razón de ser y se justifica en la medida en que se subordina a las directrices de gobierno y las secunda. Ante todo, somos ejecutores, pero haciendo propio -con libertad y responsabilidad personal- lo que ejecutamos. Por tanto, humildad, rendir la cabeza: en estos momentos brutales por los que pasa la Iglesia en el mundo, hemos de ser fieles, humildes e instrumentos (47).

Humildad y obediencia: dos condiciones indispensables para recibir la doctrina, mi espíritu que es el que me ha dado Dios para que te lo entregue (48)."

Aparte de que esta espiritualidad instrumentalista no me resulta muy atractiva, entiendo que a alguien le parezca que parte de lo que dicen esos textos es apropiado para una persona cristiana. Pero lo que yo critico es la manipulacion que se apoya en ese concepto: el instrumento tiene muy poca iniciativa respecto a la concrecion de su propia labor y resulta de que en vez de buscar alguna actividad que se acomode a la propia forma de ser y de pensar, como hace cualquier parroquiano, el "seglar" de la obra ha de acomodar sus opciones mas intimas al modelo prefijado por San Josemaría Escrivá y no tiene posibilidad ni de volver a ser como otro parroquiano más, bajo la amenaza de la condebacion eterna.

Lo mas curioso de todo es que el tema de ser instrumentos de Dios es parte del argumento del "Codigo da Vinci". No es que defienda el contenido de la pelicula, al fin y al cabo una obra de ficcion, sino el hecho de que la idea de ser instrumentos es la motivacion de los fanaticos que hacen el papel de villanos en la pelicula, especialmente es la motivacion que tiene el prelado del Opus Dei en la novela para no examinar demasiado su conciencia. Pero como en toda obra de ficcion, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Saludos,

Australopitecus