Querida Preguntona:

            Me han gustado tus preguntas. Pongo en cursiva mis respuestas a tus interesantes cuestiones.

            Un beso,

                                                           Trinity

-No entiendo algunas actitudes de gente de la obra.

-No es que tú no lo entiendas. Esto no lo entiende nadie que mantenga su inteligencia emocional libre de prejuicios fanáticos. Y es que da la impresión de que las incongruencias que describes se deben a que el Fundador no se dio cuenta del carácter poco secular de muchas de sus decisiones fundacionales...

 -¿Qué significa para una persona del Opus Dei ser santo en medio del mundo?

-Para los Numerarios y Agregados sobre todo y, en el orden apostólico, para los Supernumerarios, vivir bastante fuera del mundo, en un Matrix, una especie de realidad virtual que poco tiene que ver con la vida real en que Dios quiere que se santifiquen.

-¿En que se diferencian de los fieles de mi parroquia?

-En que no les dejan colaborar con los apostolados parroquiales: como si ser un buen feligrés supusiera una falta de secularidad.

-¿Se busca imitar a Cristo o cuál es el camino?

-Decía monseñor Álvaro del Portillo que el camino reglamentario ha de ser el Fundador. De hecho, en los medios de formación de la Obra se oye citar a san Josemaría, hasta la nausea, más que la Sagrada Escritura y el Magisterio eclesiástico.

-En muchos de los casos, viviendo aislados del mundo, y ajenos a muchos de los problemas que enfrenta diariamente cualquier cristiano, ¿se está realmente en medio del mundo?

-Tú misma lo das a entender: bastante poco.

-¿Hay alguna membresía especial o garantía que haga pensar a algunos miembros que ya son santos en forma anticipada?

-Les dicen que si cumplen las Normas y obedecen a los Directores pueden darse por salvados, olvidando que lo que salva es la obediencia de fe a Dios y no a los hombres ni las obras humanas.

-¿Negociaron condiciones especiales en el cielo?

-Eso parecen pensar.

-Escuché decir a una numeraria que por el hecho de asistir a medios de formación y participar de las actividades del Opus Dei, ¡¡ya se estaba dentro del equipo ganador!! Creer en esa supuesta ya lograda perfección, ¿es por ignorancia, mediocridad o por pura soberbia?

-En mi opinión, es, sobre todo, por ignorancia. Sus Directores procuran mantenerles alejados de los demás ambientes eclesiales, y llegan a creerse fanáticamente las ideas más equivocadas. Te recomiendo que leas el artículo de Doserra sobre “La formación microdoxa del Opus Dei”.

-¿Vivir las virtudes teologales y humanas no cuenta?

-Viendo cómo actúan a veces –por ejemplo, con sus posibles prosélitos y con los que dejan la institución-, recuerdan a los Silas del Código Da Vinci, pareciendo que se conforman con cumplir unos ritos externos y se olvidan de la caridad.

-¿Qué hay de los dobles discursos?

-Como se viene denunciando en esta Web, son maestros del doble lenguaje. Les hablan de santificarse en medio del mundo a los que van a entrar y luego les comunican que su entrega ha de manifestarse en conductas que nada tienen que ver con la secularidad que les anunciaron. Presentan unos estatutos a la Santa Sede y luego se rigen por un sin fin de reglamentos secretos: bueno, cada vez menos secretos, porque esta Web los va publicando paulatinamente. Si tienes un rato, te recomiendo que eches un vistazo a los escritos que sobre esta materia han publicado Oráculo, Marcus Tanck, EBE, Doserra y EscriBa. Yo misma traté este punto en “Engaño a los de arriba y abajo: entre la ocultación de los métodos y el secuestro del carisma”.

-¿Fomentar la distancia con la familia de sangre no es falta de amor, de caridad?

-Para una persona que se supone que Dios la llama a santificarse sin salirse de su sitio, desde luego.

-¿Decir medias verdades no es falta de sinceridad?

-Los Directores exigen a sus miembros una apertura de la intimidad que la Iglesia prohíbe en su legislación (p. ej., Código de Derecho Canónico, c. 630 § 5: «Se prohíbe a los Superiores inducir de cualquier modo a los miembros para que les manifiesten su conciencia».) y que, desde luego ellos no viven con sus súbditos.

-¿Incumplir la palabra dada no es falta de lealtad?

-Es una de sus definiciones.