Hola a todos queridos orejas!!! Cada día devoro cada uno de los escritos de esta web y aprovecho de enviar algunos a una amiga que sigue creyendo con todo su corazón en el Opus.

Quería hacer dos comentarios cortos:

El primero para el nume que tiene "total libertad".  Yo fui numeraria sólo por seis meses (gracias a Dios) en Venezuela y en este tiempo tan corto me dijeron que no leyera tales libros porque "no era prudente", que no podía llegar después de las 10 de la noche a mi casa (cuando eres estudiante, tienes que quedarte estudiando hasta bien tarde y muchas veces en casas de compañeros, al menos aquí en Venezuela), que no podía usar blusas que pusieran al descubierto los hombros, que no podía ir al cine con mis compañeros, que no podía confesarme con sacerdotes que no fuesen de la obra, que no podía tener amigos varones, que tenía que dejar de usar jeans, me invitaban a almorzar en casa del opus y tenía que pagar el almuerzo (por cierto salía más caro que algunos restaurantes de mi ciudad), que no le preguntara tal cosa a fulanita por "discreción" (traducción: cállate), etc.  Ojo, y sólo estuve seis meses!!! Qué será de las personas que estuvieron allí más tiempo.

Para la chica venezolana que ahora está en USA: una vez pregunté a una de las numerarias que por qué esa casa tan cara, tan grande y en esa urbanización tan tus-tus y me dijo: "es que esta es la casa en la que a ustedes les gusta estar, si fuese una más sencilla no les gustaría y no vendrían", claro es que la mayoría de las chicas que iban por allí eran niñas con padres adinerados y acostumbradas a esos lujos.  Así que uno de los ganchos era ese, y por supuesto organizaban muchas actividades acordes a lo que estaban acostumbradas y les gustaba. 

Nunca vi en ese centro una niña que estudiara en una escuela pública, toodas estudiaban en colegios privados, tooodas eran niñas con mucho dinero, y me decían que era mejor captarlas a ellas porque "si enganchas al presidente de la fábrica, enganchas la fábrica completa".  Pero esto era mentira porque en la fábrica hay obreros, o sea gente con poco dinero, y nunca vi en una casa del opus una niña pobre o con pocas posibilidades económicas, a no ser que fuesen del servicio doméstico de estas casas.

Para Dios no hay diferencias, todos somos iguales, todos somos sus hijos amados.  Adriana, tú no sabes por qué cosas ha pasado Agustina o cualquiera de los que estamos en esta web, que tú hayas tenido una buena experiencia con el Opus no quiere decir que los demás la hayan tenido, así como tú, todos tenemos experiencias diferentes, porque somos diferentes, porque Dios sabe en base a estas diferencias cuáles deben ser las cosas que debemos vivir, entonces, deja de hacer esas acotaciones contra Agustina y deja que sea Dios quien nos indique el camino a cada uno de nosotros, estoy segura que Dios nos ama a todos tal cual somos y es nuestro guía por eso sé que no estamos en un mal camino.

Cariños para todos: Agustina, Emevé, Armando, Satur y tantos nombres que en este momento no recuerdo pero que han dejado huellas sanadoras en mi alma.  A todos un Dios les pague (como decimos en Venezuela) porque no me alcanzaría la vida para agradecerles.

Carmens