Hola a todos,

Lo siento, pero no puedo parar de reirme. Es que el prelado mete la pata bien sin darse cuenta.

En su carta de Noviembre, primero pide desprendimiento y ayuda para los pobres, y acto seguido -sin darse cuenta claro-lo dedica a la actividad de la obra para conseguir el vino de misa.

He aqui sus dos parrafos casi seguidos en la Carta del Prelado de Noviembre.

1) Tema: Desprenderse para ayudar a los pobres.

"¿Ofrecemos mortificaciones, desprendimiento concreto según las reales posibilidades de cada uno, para ayudar a esos hermanos (pobres)?" parrafo 8

2) Tema: la sf [sección femenina] produce vino de misa.  "en Chile —y espero que pronto pueda suceder en otros lugares—, con el cultivo del trigo y de las vides necesarias, ya disponen del vino" parrafo 10.

¿Que cultivan trigo y vides? Al prelado sus asesores le podrian decir que no lo mezcle con temas de pobreza. Para que la sf pueda "disponer del vino", supone la compra de viñedos e inversiones en maquinaria viticola: como cubas metalicas, barricas de roble, camaras de reposo, fermentación, maquinaria de alamacenaje y etiquetado, proveedores de corcho y de embotellado, ademas de gastos de logisitica y de distribucion. ¿Que cuestan las licencias de actividad y las de importacion en algunos paises para traerse el vino?. ¿Cuantos enólogos contratados y demas trabajadores del oficio? ¿Quien puso dinero para pagar a los viticultores? Sin todo lo anterior no se "dispone del vino".

En Chile no lo sé bien, pero una inversion viticola no se pone en marcha sin varios millones de euros y varios años de espera para que crezcan las viñas.

Es de risa. Hablar de ayudar a los pobres y acto seguido dejar entrever grandes inversiones en el mundo del vino, para cumplir un viejo sueño. Mi humor lo ve así.

Hormiguita.

(estaré una temporada sin escribir, pero me despido riendo)