Solo unas letras para aclarar un punto a Carmen B. y decirle que su hija ya es en la práctica del opus. El que viva en un centro o no es un tema que no añade nada absolutamente a su pertenencia a la obra.

Vaya por delante que lo de "pertenecer" a la obra tiene dos significados muy diferentes. El primero es el de "pertenencia legal", y el segundo podríamos llamarlo de el "pertenencia vital".

Es cierto, que desde un punto de vista legal tu hija no es del opus, ya que la incorporación jurídica a la obra se hace de forma temporal mediante lo que se llama la "oblación", que no puede hacerse antes de los 18 años y que ha de renovarse anualmente. Para entendernos y simplificando la Oblación en el opus es similar a los votos temporales que hacen los religiosos. La incorporación definitiva al opus se hace con la llamada "fidelidad", que se hace al menos 5 años después de haber hecho la oblación. Sería similar a los votos definitivos de los religiosos.

Pero desde un punto de vista vital tu hija es del opus al 100%. Desde que se pide la admisión al opus como numerari@ o agregad@, escribiendo una carta al prelado (es la carta de la que tú hablas) pasas a asumir de hecho la forma de vida de un numerario ¡absolutamente en todo!. Esta petición de admisión puede hacerse a partir de los 14 años y medio, porque así se le puso en la punta de la nariz al fundador. El que legalmente seas o no de la prelatura es un tema que de de hecho a ninguno de nosotros nos importó absolutamente nada en su día.

Desde que escribes la carta, o desde que "pitas" como se dice en el argot interno, aunque solo tengas 14 años y medio pasas a asumir en muy poco tiempo (dos o tres meses) TODAS las obligaciones de un numerario. Así... que yo recuerde...

-  La obra pasa a ser tu familia. Lo que antes era tu familia ahora es tu "familia de sangre", también en el argot interno.

-  El fin de tu vida pasa a ser "hacer la obra" o en estrillo que oyes miles de veces "hacer el opus dei siendo tú mismo opus dei" . El resto... se supedita a esto. Y en el resto entra la llamada familia de sangre, las aficiones, la vocación profesional, las amistades, incluso, llegado el caso, la propia salud.

-  NADA de trato con personas del otro sexo, salvo las relaciones imprescindibles con la "familia de sangre" y las profesionales (que para un estudiante no existen). A este respecto recuerdo lo que nos decía un numerario muy-muy respetado y muy-muy admirado en la obra: "prima se escribe con p de puta". Y nosotros le reíamos semejante animalidad. A lo que puede llevar el fanatismo...

-  La obra controla TODA tu vida. No hay ámbito que escape a su seguimiento. Todo hay que hacerlo según el llamado espíritu de la obra y con la aprobación explícita o implícita de los "directores": A donde vas. Con quien vas. Lo que hablas. Lo que piensas. Lo que lees, lo que ves en la TV. Cómo te vistes. Como hablas. Y lo que es mucho más grave... Tus sueños. Tus ilusiones. Todo... absolutamente todo.

-  Entregas TODO tu dinero en el centro de la obra, y ellos te devuelven lo que necesites para tus gastos ordinarios: o sea... transporte, una caña y poco más. Los gastos extraordinarios hay que consultarlos para que te los aprueben o no. Gasto extraordinario es, por ejemplo, comprarse un libro, un CD o cualquier prenda de vestir o invitar a alguien a comer. Lo del CD lo he puesto por poner, porque un numerario no se compra normalmente CD's, salvo para uso profesional.

-  Cumples TODAS las normas del llamado "plan de vida":

o        Diariamente: misa y comunión, media hora de oración por la mañana y otra media por la tarde, rosario, 15 minutos de lectura espiritual y del evangelio, angelus, examen de conciencia, mortificación por el "padre", 2 horas de cilicio, etc. (sólo la enumeración me ha agotado).

o        Semanalmente: confesión, "charla fraterna" (dirección espiritual y... material), circulo breve, disciplinas, día de guardia, dormir en el suelo o sin almohada un día, etc....

o        Mensualmente: Día de retiro

o        Anualmente: Curso de retiro, curso anual y convivencia anual.

o        Siempre: presencia de dios, considerar tu filiación divina, mortificación, etc...

-  Y hay más.... no se va al cine o a espectáculos públicos, no se visitan casas de parejas sin matrimonio canónico, no se asiste normalmente a celebraciones familiares, se usa el saludo interno "pax" al que se contesta "in eternum" (como niños...). Y las numerarias tienen su dosis extra de "criterios" sobre el vestir, coger niños en brazos, dormir en tabla sin colchón, etc...

Y hay más. Pero tengo sueño y me quiero meter ya en el sobre.

Para acabar un comentario a tu carta del miércoles. Lo de ser "adscrita a un centro" simplemente quiere decir que se es del opus y que se "pertenece" a un centro sin vivir en él. Los que viven en el centro son los "residentes". Esta no es una diferenciación jurídica ni tampoco tiene demasiadas implicaciones en la vida práctica de un opusino. Tanto adscritos como residentes (¡cuidado que hay palabrejas en la jerga interna!) tienen que vivir la retahíla de obligaciones que he citado, y más que no menciono.

Y para acabar, ahora si-que-si, Carmen te deseo toda la suerte del mundo en tu legítima lucha por recuperar a tu hija. Si tuviera fe, te diría que Dios está de tu lado, porque él también es padre (y madre). No puede estar en ningún caso en el lado de la mentira, que es el lado del opus.

Un abrazo:

Tornasol