Hola a todos!

llevo ya un tiempo leyendoos y no me atrevía a escribir quizá por cobardía ó comodidad . Pero al estar con vosotros semana tras semana me he dado cuenta de que tengo mucho que compartir con vosotros, me he identificado con muchos testimonios y quizá por haber pertenecido al opus dei como numeraria durante quince años desde que era una quinceañera hasta los treinta (hace ya diez que me salí) pasando por todos los estadios he estado con n. [numerarias] nax [numerarias auxialiares], agdas [agregadas] y s [supernumerarias], me gustaría que conteis conmigo en aquello que necesiteis.

Si a alguien le interesa mi historia no tiene nada más que decirmelo y la contaré pero no sé si necesitais oir una historia más de tanto dolor aunque gracias a Dios puedo decir que hoy por hoy me siento una persona viva, que siente y padece y no como una vaca en el prado cercada por una valla como me decía mi hermana cuando estaba dentro.

Lo que si quiero dejar constancia es el daño tan grande y lo marcado que quedas cuando en plena adolescencia te hacen ver que el mismisimo Dios te está pidiendo que le entregues tu vida y que casualidad en el od del que nunca habias oido hablar, sólo se aprovecharon de que mi desorientación era enorme al acabar de morir mi padre y el miedo a vivir era enorme. Porque no hay un defensor del menor que prohiba tomar decisiones tan trascendentales que marcarán toda tu vida y aunque luego en un futuro puedas irte el daño ya está ahí; podrás rehacer tu vida pero hay cosas que el paso del tiempo no perdona y nunca podrás dar marcha atrás.

Os cuento esto porque después de un divorcio del cual estoy esperando la nulidad y ya os imaginais por qué falló, ahora estoy con una persona estupenda pero los niños no venían claro por la edad pero el milagro ocurrió y lo tuve pero lo perdí hace un mes, no sabeis lo duro que es y el dolor que sientes al pensar por qué no fuí una persona normal, por qué no me advirtieron de que la vida es muy larga y de que los años no perdonan y sobretodo porque no me dejaron vivir una vida normal.

Adminma