En respuesta al escrito de Max.

Querido Max:

En tu último escrito nos preguntas a los que hemos sido del Opus Dei qué pasó con todas las “obras de piedad” (Misa, rosario, oración, etc.) que hicimos entonces. Deseo contestarte como creo que lo harían muchos de nosotros: todo aquello que hicimos tenía un valor en sí mismo y no en función de nuestra pertenencia a la Obra. Por tanto, la situación, accidental, de pertenecer en ese momento al Opus Dei, o la actual, de no pertenecer, no toca para nada la esencia, el significado y el fin de aquello que hicimos. ¡Claro que tenía un sentido y lo sigue teniendo! No fue tiempo perdido, bien sí lo contrario. Sí que lo fueron otras cien mil cosas que hicimos, pero justamente esos ratos dedicados a Dios, no.

Algunos de nosotros seguimos practicando esos actos de piedad, gracias a Dios de otra manera y sin agobio de horarios, normas y encorsetamientos varios, cada uno a su aire, o incluso alguno no hará nada. Otra vez escribí que para mí la oración es más auténtica desde que dejé la Obra. Que cuando asisto a Misa lo hago de corazón y no por deber, que cuando rezo un avemaría o me quejo a Dios, lo hago con todo el cariño y el corazón, sin llevar la cuenta de cuántas veces lo he hecho o lo he dejado de hacer. Estoy mucho más serena. No cambia el significado, porque el significado de la oración no está en su modo o forma de realizarla. También nos preguntas si conversábamos con Dios: ¡es obvio que sí! repito, porque el conversar con él no es exclusiva del Opus Dei. A mí me daba paz rezar a mi manera, y sigue dándomela, gracias a Dios, Él permanece por encima de las circunstancias accidentales que hayamos podido pasar en la vida.

Quiero, por último, hacer referencia y remitirte al artículo de Ruiz Retegui, “Lo teologal y lo institucional”, que explica mucho mejor que yo cómo es importante distinguir en lo que es de la Institución y lo que es Dios. La Institución no es Dios, los medios son medios y no fines.

Disculpad todos si he sido un poco “intimista” en este mail pero la importancia de la pregunta lo requería.

Muchas gracias a los Orejas y a todos los amigos de Opuslibros por la ayuda que nos dais a miles de lectores anónimos. En particular a Inés, que en este periodo no lo ha pasado muy bien.

Un abrazo cariñoso,
Isadora