El martes, a las 3 a.m. se me quitaron las ganas de dormir, y me puse a recordar cosas. La mente (o al menos la mía) une una cosa con otra, que no parecen tener relación, pero la tienen. Yo veía a mi nene dormidito, tan bien alimentado, limpiecito, cuidadito... y me puse a recordar que la otra vez se me puso la piel de gallina cuando un colega me dice que en el Perú, uno de cuatro niños está desnutrido. Y yo dije ¿uno de cada cuatro?? Y me dijo "sip" y yo me puse a pensar en que conozco a más de 4 niños y todos bien alimentados. Y claro, me aterró que me recuerden que en mi país existe un mundo que yo no conozco. Y a lo mejor debería.

 

Mi único contacto con esa realidad fue en el año 1993, más o menos por el mes de mayo, cuando en el centro del opusdei.rm al que iba con frecuencia enfermiza, la genia de turno no tuvo mejor idea que presentar en el UNIV un super trabajo de campo. Se trataba de darles a los niños pobres de un barrio elegido por el opus para sus visitas a los pobres, educación pre escolar. Y recolectaron a las entusiastas de turno que de educación sabíamos lo mismo que yo sé de energía nuclear: nada.

 

Y allí fuimos, dirigidas por las genias desde el centro (porque ellas no pisaban el arenal) y organizamos las famosas clases que resultaron siendo un perfecto desastre. Ninguno iba, recorriamos sus casas pidiéndoles a los padres que nos dejen educar a sus hijos y sintiéndonos mártires por enseñarles letras a estos que no querían que se les enseñe a pescar. Pero ¡claro!!! si allí estaban todos los niños desnutridos de las estadísticas, ¡qué diantres iban a pensar en estudiar letritas ridículas cuando lo que pasaba era que ni habían desayunado!. El colmo de los colmos fue cuando organizamos la navidad. Les llevamos panetones, chocolate caliente, dulces y regalos recolectados entre las del centro y la universidad... y aparecieron todos los niños, si parecía que la arena se había convertido en niños. La diecisieteañera estúpida que era yo se quedó muy fastidiada de ver la desesperación de esa gente por cosas gratis y nunca más volví a pisar ese pueblo (siendo ya numeraria) y como a la niña no le gustaban los pobres, pues nadie me lo exigió nunca en mi centro.

 

El proyectísimo fue expuesto en el UNIV, no por mi ni por ninguna de las involulcradas, sino por una chicasuperregia, hija de supernumeraria a quien el papá le pagaba el paseo a Europa, y como la mamá y medio centro queríamos que pite (yo incluida, porque era amiguita mía), le dijimos que ella era la indicada para presentar el proyecto, y me pasé horas de horas metiéndole letra para que se enganchara, cosa que (gracias a Dios) no pasó, y que me frustró un poco bastante. No descansamos allí, la invitamos luego a una tertulia a que nos cuente cómo le fue en el UNIV y qué cosas conoció y vibrábamos cuando contaba que vio al Papa y (sobretodo) al "Padre". Cosas de la vida.

 

En ese entonces no me daba cuenta que lo que menos importa en el opus son los pobres, que esos proyectos son para que las chicas se enganchen, crean que hacen "caridad" y vayan por la labor y de ser posible, piten. Puede ser anecdótico, pero en un país donde 1 de cada 4 niños está desnutrido, ya eso raya en lo tremendo. Actualmente sé que se sigue yendo a ese mismo barrio, y ahora se hace catequesis. O sea, van las de turno a hablarle de Dios a un niño que no se ha desayunado en días. ¿En qué Dios va a creer ese crío? ¿en el del que le hablan las señoritas con zapatillas de marca y lentes de sol o en el Dios que permite que un niñito no tenga qué comer? Ya me dirán qué buena labor hace el opus con los pobres.

 

No crean que me sirve solo para criticar al opus, yo sé que siendo más afortunada y ahora siendo madre, esa realidad (mía, de mi tierra) no tiene que ser una cosa meramente informativa. Hay instituciones que dicen que ayudan a estas personas. Pero les temo, tengo miedo de que sean como el opus y mi plata termine construyéndoles la casa matriz en alguna ciudad del primer mundo. Mira que te minan la confianza.

 

Ahora mismo sigo pensando en la manera más inteligente de que disminuya el porcentaje de niños desnutridos que hay por mi Emevecito que está gordito y saludable. No les contaré cómo, porque me sentiría muy opus y a lo mejor alguien de "allí dentro" decide que mi idea es super buena y hace un proyecto y manda a alguna pitable al UNIV a exponerlo... una nunca sabe.

 

Un saludo,

Emevé