Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Psicoevelyn, date un tiempo.- Ananaru

010. Testimonios
ananaru :

Hola Psicoevelyn:

Parece que tu asunto empieza a aclararse. No es que no sepas si quieres ser agregada o supernumeraria, es que no tienes clara tu vocación. Pero ahí sólo tú, frente a Dios, puedes dar respuesta, pero estate tranquila.

Yo personalmente pienso que el problema de la vocación no es un problema de generosidad, sino de “ser”, y me explico. Yo estuve casi diez años en la Obra con una generosidad increíble a Dios sin tener vocación a la Obra, y eso hizo que casi acabara con una depresión. Ahora he vuelto a iniciar un camino vocacional en la virginidad, pero la cosa es muy distinta. Primero, porque el Señor me lo ha hecho ver claramente, y negarlo sería como arrancarme la piel de la cara. Segundo, porque ha sido un camino largo, dando un paso detrás de otro. Cuando el Señor me hizo ver que quería algo de mí (yo había dejado la Obra poco más de un año antes porque me habían dicho que mi camino era claramente el matrimonio) fue hace ahora casi diez años, y yo tenía 25. Y desde aquel momento pasaron ocho años hasta que di el paso. ¿Y qué hice en esos ocho años? Pues tomarme en serio lo que tenía delante, cuidar la relación con la Institución en la que intuía que podía estar mi camino y seguir la vida de esa Institución a fondo. ¿Y entre medias hubo algún chico? Pues relación real no, porque cada vez que me enamoraba de alguno me venía al corazón el Señor. Como dice un canto, “te he agarrado el corazón”, y a mí el Señor me lo había agarrado.

Al poco de haber tenido esa intuición (yo tenía mucho miedo porque no quería volver a sufrir) hablé con un sacerdote que me dio el mejor consejo que me podían haber dado. Me dijo dos cosas. Primera: si lo que has visto viene del Señor, se repetirá (¡y vaya si se repitió!) y lo verás claro: estate tranquila. Segunda: si tienes vocación, la tienes para siempre: no tengas prisa. Y con estos dos consejos me fui tranquila a casa.

Para mí la vocación, ese plan que el Señor tiene preparado para cada uno, es lo más bello del mundo, y una fuente de paz y de alegría. Pero no la vocación a la virginidad: cualquier vocación. El Señor se da por entero a cada uno en distintas formas. Unos, en el matrimonio, a través del cónyuge. Otros, en la virginidad, a través de una comunidad (que puede ser la Obra o cualquier otra). Pero en uno u otro camino, es Él el que se nos da, y no hay uno que sea más que el otro (Él es el Justo, y no sería justo que para unos tuviera preparado un camino mejor que para otros). Y se puede entregar la vida a Cristo y a los hombres a través del matrimonio… ¡cuántos ejemplos he visto yo de eso!

Si estás contenta en la Obra, sigue frecuentándola, pero no quieras (o no permitas que quieran) correr en el tema de la vocación porque, si tienes vocación, la tienes para siempre, no lo olvides. Si piensas que debes verificar la relación con ese chico… ¡adelante! ¿Y si la vocación (es decir, ese plan que el Señor ha pensado para que tu vida se cumpla) que el Señor quiere para ti es precisamente él? ¡Pues vaya tontería estarías haciendo! Pero eso sólo lo puedes decir tú (y no te preocupes: si el Señor llama, lo hace ver muy clarito), y nadie más. Y si, como decías en tu primera carta, estás cierta de que el Señor quiere tu vida entera, yo sólo puedo decirte que no hay mejor Esposo.

Sigo pidiendo por ti. Si alguna vez te acuerdas, reza un Gloria (que es la oración más corta) por mí.

Un abrazo,

Ananaru.


Publicado el Wednesday, 13 September 2006



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 010. Testimonios


Noticia más leída sobre 010. Testimonios:
Diecinueve años de mi vida caminando en una mentira: OPUS DEI.- Ana Azanza


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.336 Segundos