Saludos de nuevo a todos, durante estos días de vacaciones espero que nos hayamos repuesto, al menos un poco y hayamos disfrutado del veranito.

De vez en cuando me surgen ideas que quiero compartir con vosotros.

Supongo que a todos los que hemos pertenecido al opus nos suena aquella afirmación del fundador que más o menos decía: prometo o aseguro el Cielo a aquellos hijos míos que cumplan las normas. También había otra versión que decía que estaba seguro de la salvación de aquel hijo suyo que luchara por cumplir el plan de vida.

Y con la perspectiva que da el tiempo pasado en y fuera del opus me parece cuanto menos  una actitud muy arrogante la de asegurar el Cielo a cambio de  normas.

Hace ya algunos años  murió de cáncer una agregada en Madrid, no la  conocía demasiado  pero  cuando me enteré me impresionó mucho la noticia  y mayor fue mi impresión cuando la numeraria que me lo contaba  me dijo algo así como: hasta el último momento hizo las normas  y me detalló cómo le habían ayudado a hacer la oración, la lectura ... Yo me quedé helada anta semejante comentario, no dudé  en ningún momento que procurasen que llevase su enfermedad con los menores dolores posibles pero que lo primero y único que me comentara fuera lo del cumplimento de las normas me dejó descolocada.

Y es que en el opus les encanta cuantificar  y contabilizar todo (de ahí entre otros asuntos lo de los famosos informes), por eso cuantifican la vida interior de las personas con el hecho de hacer una serie de normas y se llega a asegurar el Cielo con tal de cumplir un buen montón de normas. Esa es una interpretación pero que muy particular de lo que se lee en los evangelios, la  pena es que cuando estás dentro acabas convencida de semejantes afirmaciones que no tienen otro fundamento que una "brillante" idea del fundador.

Esa arrogancia y prepotencia  en la seguridad de alcanzar el Cielo a cambio de normas (ideadas en cuanto a su duración y forma de hacer por el propio fundador) genera en una soberbia  y complejo de superioridad camufladas  en apariencia de falsa humildad.

La base para alcanzar el Cielo no está en la misericordia divina o en las buenas  intenciones, actos  o sentimientos de las personas sino en el empeño por cumplir "las normas".

Esta es otra de tantas incongruencias con las que se vive en el opus, fruto de no querer pensar por uno mismo y tragarse todo lo que los directores van diciendo o en caso de cuestionarlo someter la inteligencia  y en la mayoría de  los casos  seguir actuando según el criterio de los directores  porque " ya se llegará a entender". Eso  es de locos, sin pies ni cabeza.

Los razonamietos opusianos no se sostienen  ante cualquier discusión racional ya que su soporte y fundamento es: "lo dijo el fundador" y como me comentó una directora: si vas a cuestionar lo que nuestro padre "vio"  dejamos de hablar, y claro dejamos de hablar.

Estoy convencida que el tiempo juega en contra del opus ya que a pesar de tener poder, influencia y dinero su base no tiene solidez, su doctrina se fundamenta en una serie de ideas sin verdadera consistencia en donde la argumentación es la fe en el fundador. Y es ahí en esa raiz donde se encuentra el principio de tanto daño ocasionado por el opus en las personas ya que ningunea y anula su raciocinio por eso, quizá, el opus tiene esa táctica tan generalizada de guardar silencio ante cuestiones a las que no sabe dar respuesta porque no pueden darla ya que no la tiene.

Saludos,

Mabel