Hace tan solo un mes que conozco esta página a través de un ex-numerario, como yo, con el que mantengo, ya la mantenía dentro de la obra, una relación de profunda amistad.

Desde luego que la página está muy bien diseñada. Se ve el trabajo y el esfuerzo de muchas personas. Me gusta el ambiente de libertad que se respira. Que choca precisamente con el que vivimos dentro de la Obra.

Creo sin embargo que en muchos de los escritos que he leído muchos de nuestros hermanos - (por qué no seguir considerándoles tales. Si fuesen verdaderos los vínculos que aparentemente se crean en la obra, ¿por qué uno desaparece absolutamente tras la salida?) - miran, quizás, demasiado atrás y además lo hacen con no poco resentimiento.

Creo que para salir adelante hay que mirar adelante.

 En la Obra se nos decía que estábamos en medio del mundo, pero fue al salir cuando descubrimos en realidad qué es el mundo. Siguiendo un simil mientras estuvimos en la Obra era como estar en medio del oceano pero en las cocinas de un portaaviones, sin ver ni sentir el mar, y una vez que nos fuimos, lo hicimos solos en una chalupa expuesta a los vientos y tempestades del oceano, pero desde ella sentimos la brisa marina y los rayos del sol.

Pues eso que hay que poner el rumbo de la chalupa al Norte, y no pensar en el portaaviones, nada más que para dar gracias a Dios de haber aprendido a navegar solos.

Eso si cuando nos acordemos del portaaviones, hagámoslo sin resentimiento. Pensemos en las cosas buenas que allí vivimos y en la extraordinaria gente que conocimos. Muchos de los que hoy escribe en estas páginas.

Pax a todos en este mundo,

Klingsor