Leyendo el correo de Manix del pasado lunes 17, me vino a la memoria una anécdota relacionada con la categoría ¿económica? ¿académica? ¿corporal? de los agregados y numerarios.

Tenía yo 14 años, aún no había pitado, pero ya me presionaban para que hiciera apostolado, como a todos. Que tenía que traer a mis amigos, etc. etc. En aquellos años, en España se estudiaba EGB, Educación General Básica, que eran 8 cursos. Si aprobabas el 8º, pasabas a BUP, Bachillerato Unificado y Polivalente, y de allí a COU, Curso de ¿Orientación? Universitaria, y a la Universidad. Si no, ya habías cumplido con tu obligación de estudiar, por lo que eras muy libre de dejarlo ya, o estudiar FP, Formación Profesional, como el caso del protagonista de la anécdota de Manix. Entonces FP era sinónimo de estudios para futuros albañiles, mecánicos,...

Pues bien, mi mejor amigo en 8º no aprobó ninguna asignatura, pero ninguna ninguna, ni siquiera gimnasia. Decidió continuar estudios en FP, mientras yo seguí la línea del BUP. Pero como me decían que hiciera apostolado con mis amigos, pues hala, a por él. En cuanto supieron qué era lo que estaba estudiando, el centro era para captar numerarios, o sea, futuros universitarios, me dijeron que lo dejara, que no quedara con él. Lo que todos sabéis, la amistad con fecha de caducidad y modo de empleo. Entonces me contaron una parábola ferroviaria, que teníamos que ir a por las locomotoras, no a por los vagones, pues sólo aquéllas tiran del tren. No sé si se sigue utilizando ese símil, desgraciado es lo poco que puedo opinar de él.

Pasados los años, ya fuera del mopus, me lo encontré por la calle. Nos saludamos, no con demasiado entusiasmo por su parte, lógico después de haber sido obediente y mandarlo a hacer puñetas, o puños para hoces que dicen en el pueblo de mi mujer. Tras los típicos qué es de tu vida y tal, me quedé de piedra.

Es Doctor en Ciencias Exactas. (Matemáticas, para los no iniciados).

Casi ná. Menos mal que no valía, no era locomotora, que si llega a valer... Bueno, igual a estas alturas estaría desperdiciado en alguna delegación. Pero no acaba ahí la cosa, no. Pasados otros cuantos años más, me lo encuentro, vive en la casa contigua a la de un familiar. Otra vez los ¡hombre fulanito! y esas cosas de rigor; entonces me dijo su profesión: Catedrático de Universidad, en la Facultad de Ciencias Exactas. No me preguntéis la especialidad, me dijo un palabro ininteligible, pero que seguramente debe ser la repera.

¿Locomotoras, vagones?. Chico, qué quieres que te diga, hoy día en cualquier tren que se precie casi que llevan más pijadas los vagones que las locomotoras. Por lo que deduzco, antes también, o más.

Un abrazo.

Miguel Ángel.