Queridos orejas:

El viernes pasado aparecieron en este foro varios comentarios moderadamente optimistas respecto a la decisión del Vaticano sobre el caso del P. Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

Yo recuerdo un dicho que circulaba en algunos ambientes del lado oscuro parafraseando un famoso refrán: Piensa mal y te quedarás corto.

Pues sí, a mí, la verdad es que no me da el mismo nivel de entusiasmo. Y si me pongo a pensarlo en detalle, hasta me podría dar pesimismo.

No veo por ningún lado que esto haya sido una sanción o una medida disciplinaria al tal sacerdote. Resulta que después de muchos años en los que las víctimas han estado insistiendo en que se les hiciera justicia y se pusiera a este hombre en su sitio, ahora la máxima jerarquía de la Iglesia ha decidido que como está muy mayor y con salud delicada lo mejor es olvidarse de cualquier procedimiento jurídico e "invitarle" a que se retire de la actividad pública para terminar sus días en oración y penitencia. Eso a mi me suena a tomadura de pelo para las víctimas. Será que no soy vaticanista y no comprendo la fuerza imperiosa de la palabra invitar, o no capto la sutilezas de esta bimilenaria jerarquía. Todo puede ser. Pero como ciudadano común y corriente eso me parece completamente insatisfactorio. No se ha hecho justicia. Vale, que no le metan en la cárcel, que no le torturen, por caridad hacia su vejez. Sin embargo, no queda claro si las acusaciones son fundadas o no. No hay juicio. Si ese cura y su organización estuvieran seguros de su inocencia, exigirían a gritos un proceso para limpiar su honor y que la verdad reluciera. Parece que no ha sido esa la reacción. Siempre podrá arrojarse a sus acusadores la mancha de ser unos renegados y calumniadores. Fabuloso.

Recuerdo otro dicho: Lagarto no come lagarto. Entre curas (de cualquier rango que sean) no se van a morder por defender a unos simples seglares, que además son sospechosos por el hecho de ser ex-loquesea. Si alguna vez la jerarquía ha metido mano a alguno de los suyos por defender a un seglar, esa será la excepción a una regla muy tristemente confirmada. Se protegen entre ellos. ¿Qué ha hecho la jerarquía usualmente con los curas pederastas? Mirar para otro lado. Cuando al final el clamor de la gente es inocultable al cura corrupto se le traslada a donde no le conozcan. Olé.

Por lo tanto, esta resolución vaticana la verdad es que me deja bastante frío, porque a fin de cuentas el P. Maciel se escapa de la justicia y sus acusadores quedan burlados. Sin embargo no deja de rondarme la cabeza que detrás de esto pueda haber una jugada más maquiavélica.  Los que hemos salido del lado oscuro recientemente sabemos que allá dentro no le tienen un especial cariño a los Legionarios de Cristo. A lo cual quizá haya contribuido el que los Legionarios informalmente sostienen que ellos son los mismo que el Opus Dei, pero sin sus defectos. Yo no los conozco directamente, pero por las referencias que tengo, parece que, en efecto, en los lugares donde hay Legionarios ellos son la más directa competencia de la Prelatura, ya que atacan al mismo nicho de mercado. Por lo dicho, se deduce que cualquier cosa que merme el prestigio de los Legionarios será muy valorado por los del lado oscuro. De hecho, puedo imaginarme perfectamente a unos cuantos dando brincos de alegría por dentro, mientras ponen cara de mucha afectación. Volviendo a lo del principio: piensa mal y te quedarás corto. Quien lo entienda, bien, y quien no lo entienda, no le hace falta entenderlo.

Para terminar, estoy convencido de que el lado oscuro va a sufrir un grave declive con posible peligro de extinción, pero eso no será debido a la intervención de la Curia Vaticana, sino a que las cosas caen por su propio peso y las organizaciones por el peso de sus errores. Si alguien cree que B16 va a hacer algo para poner en vereda al lado oscuro, alabo su candor, me gustaría que fuera cierto, pero allá adentro me destrozaron la ingenuidad.

Con todo cariño desde el Areópago,

Dionisio