LA ROMERIA DE CHUECA
El día 1 de mayo me di un paseo por Madrid y visité el barrio de Chueca, considerado zona gay por excelencia de Madrid. Aproveché la ocasión para saludar a Mili Hernández, la propietaria de la Librería Berkana, especializada en temas homosexuales. Durante la conversación y a través del escaparate exterior observé que A., agregado del Opus Dei, pasaba por delante del establecimiento y miraba a través del cristal. No se si me vio o no me vio. El caso es que siguió para adelante.
Al salir, me di cuenta que A. estaba parado en la esquina de las calles Hortaleza y Gravina y miraba fijamente a la librería. Me acerqué a él y le saludé. Este agregado del Opus Dei mostró su sorpresa por encontrarme después de siete años sin ir por un centro de la prelatura. “Me han dicho que te has casado”, manifestó. Respondí que no, a la vez que decía que me encontraba mejor desde que estaba fuera. También me preguntó por mi madre y le respondí que había muerto hacía cinco años. Nadie de la prelatura fue al entierro, aunque unos pocos lo sabían.
En un determinado momento, A., librero de profesión, me indicó que estaba haciendo una “romería”, costumbre que en el Opus Dei se vive en el mes de mayo –era el día 1—y que consiste en rezar las distintas partes del rosario, en compañía de un amigo, mientras se acude a un santuario mariano. Me enseñó el rosario que estaba utilizando, uno blanco del tipo de los que se utilizan habitualmente en el santuario de Fátima, en Portugal. Que yo sepa, en Chueca no existe ningún santuario mariano. A. iba solo.
Ante la afirmación de la romería de mi antiguo compañero de centro del Opus Dei, le indiqué que si se daba cuenta que se encontraba en el barrio mariquita de Madrid. No respondió a lo que yo le había planteado. Eso sí, lamentó lo mal que se estaba la situación en España.
Después de pensarlo durante unos días, he llegado a la conclusión que la romería que estaba rezando A. en Chueca era para pedir una menor presencia gay en la sociedad española. No creo que sea homosexual. No se me olvida que su fundador, el Santo Marqués de Peralta, en la época de la II República Española pidió a “Enriqueta la tonta”, así llamada una mujer que tenía disminuidas sus facultades mentales, para que rezara para que un periódico anticlerical de entonces dejara de tener menor incidencia en la sociedad española. Y el periódico cerró. Josemaría relacionó aquel cierre con las oraciones de aquella señora. ¿Rezan los del Opus Dei para que se reconozcan menos derechos a los homosexuales?
NACHO FERNÁNDEZ
