Por si a alguien le ayuda:

A pesar de leer varios testimonios no creo que este tema tenga una respuesta clara. Por un lado hay testimonios desgarradores, cosas que repugnan al entendimiento. Por otro lado la aprobación de la Iglesia Católica, testimonios favorables de algunos que se salieron (los menos) y de otros que están.

¿Es posible seguir queriendo a la Obra después de leer lo que se publica aquí? La respuesta es sí. Al menos yo sí puedo.

Quizá es la interpretación que yo hago de las cosas, quizá mi falta de conocimiento, tal vez mi falta de compresión. Lo que está claro que condiciona mi valoración es mi experiencia. Y es que cuando la experiencia personal es positiva las cosas tienden a verse desde un punto de vista positivo, y cuando la experiencia personal es negativa sucede al revés.

Cuando uno está en la Obra, como ocurre también en otras facetas de la vida, hay personas que no caen bien, y alguna que se hace especialmente insoportable. Hace tiempo leí de un escritor vasco que muchas veces el remedio es amar precisamente a estas personas. Y desde que así lo procuro me va mejor. Tal vez esto es extensible a una institución. Así que si siento aversión a la Obra, tal vez lo mejor sea amarla. Lo cual no quiere decir que deba callar lo que en conciencia pienso que es justo que sea conocido, ni que comparta sus ideas; pero me esforzaré en decirlo en un tono amable, sin ironías, sin rencor.

¿Y cómo voy a amar a alguien o a algo que ha destrozado mi vida y sigue haciéndolo con muchos otros? No lo sé, pero merece la pena intentarlo. Tal vez así encontremos la paz tan difícil de alcanzar...

Un saludo:

Gonzalo