Opuslibros - Asuntos varios.- Australopitecus

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Hola a todos:

Ya conozco opuslibros hace mucho tiempo y puedo atestiguar que el paso del tiempo -y largas horas de reflexion- dejan su huella en lo que uno va pensando de su paso por la Obra.

Algunos dias he releido los textos mas antiguos de opuslibros -por ejemplo, los cinco mas antiguos de la seccion tus escritos- que eran de los que habian cuando recien entraba -por casualidad JAJAJA- a este sitio.

Lo que me sorprende es la lucidez de algunos de esos escritos, que no leia hace tiempo, ya que la primera vez que los leia tenia el "compromiso moral" de dejar bien parada a la Obra por lo menos en algun aspecto esencial de su doctrina. Les recomiendo leer algunos de esos escritos a los que ya dejaron la Obra hace mucho tiempo y a los que la dejaron hace poco que los lean dentro de un año.

Lo sorprendente es comprobar que uno estuvo en una secta de verdad, no en una institucion con caracteristicas sectarias y que probablemente toda la fanfarria de la Obra sobre si misma y sobre San Txema sean montajes muy truculentos. De esos textos me gustaron especialmente dos: el de Alberto Moncada (creo que he tenido que leer a Moncada como 40 veces -desde que conozco opuslibros- para darme cuenta de todos sus aciertos, las primeras veces uno piensa ¡mentira! ¡que exageraciones! ¡hereje!) y el de Rosario Badules (en su texto uno experimenta como un dejavu respecto a lo que era Escriva y eso que no lo conoci, pero el Escriva de las anecdotas, de las Hagiografias y de las tertulias que uno conoce era asi: una personalidad desequilibrada muy controlada seguramente por Alvaro del Portillo -ya no creo que se merezca el Don-)

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Cambiando de tema, en un envio anterior sobre el trabajo, no quise dar mi opinion personal acerca de la doctrina de la Obra sobre el trabajo. Mi opinion es que la Obra -reconozco en esto la influencia de varios libros publicados aqui- tiene una doctrina que es la que mejor le sirve a sus fines reales: su propia conservacion y crecimiento. Por eso su doctrina puede ser algo estimulante para el estudiante que tiene ambicion profesional y para el profesional que solo tangencialmente tiene contacto con la Obra. Ademas, en algunos casos legitima una posicion de corte calvinista acerca de la salvacion. Pero para los numerarios y agregados -no se si esto pasa con los supers- luego viene el ajuste de las riendas cuando a la Obra no le interesa el desarrollo profesional de uno, por que no da resultados proselitistas inmediatos o porque dada la escasez de personal casi todos los numes y agres deben participar en algun consejo local.

Buceando en Opuslibros uno encuentra muchos testimonios que confirman estas ideas y puedo decir que en mi caso personal tambien el paso por la Obra afecto mi trayectoria profesional de manera negativa por ceguera de los directores que me tocaron. Ceguera respecto a mi vocacion profesional que es muy marcada, no respecto a los fines inmediatos de la Obra. Por el momento no quiero profundizar en estas cosas.

Pero en la raiz, la doctrina de la Obra sobre el trabajo apesta. Por ejemplo eso de santificar el trabajo, santificarse en el trabajo, santificar con el trabajo es uno de esos trabalenguas-consigna tipicos de San Txema para aplicar ese principio tan antiguo como el mundo de confunde y reinaras. El trabalenguas quiere decir lo que uno quiere que diga en cada momento, pero la formula no es nada profunda.

En resumen la doctrina del trabajo del Opus Dei, es bastante light, para consumo interno.

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Volviendo a mi tema original, confieso que uno cambia mucho de ideas cuando se libera de esas trabas que la Obra impone a la autoestima (y a la estima ajena) de uno.

Creo que una de las mejores ayudas que se le puede prestar a una persona que se sienta frustrada por su paso por la prelatura es la de devolverle su autoestima. Tambien puede ser necesaria un poco de autoayuda acudiendo a un sicologo o siquiatra confiable si uno tiene la suerte de encontrar alguien asi.

Por que para mi eso es lo sintomatico: que aplicando durante muchos años, incluso a la fuerza (a contrapelo), los "remedios" de la Obra uno haya seguido con las mismas frustaciones de siempre o incluso haya adquirido algunas nuevas y ese estado no puede ser el estado natural del ser humano. Hay que tener fe en esto ultimo, y lo mas sorprendente es que esta fe la tienen muchas personas de ambientes intelectuales y espirituales no muy bien vistas por la prelatura y dan consejos mas eficaces. Por ejemplo, ¿quien puede leer a Antony de Mello estando dentro de la Obra?

Para mi algo por resolver es todo el tema de la culpabilidad, la culpabilidad a veces bloquea tanto la personalidad que esta claro que no es solucion de nada y uno llega a no entender ni siquiera la moral de la Iglesia, alguien me ofrece alguna ayuda? Puede ser un libro de algun buen pensador Catolico (teologo o algo asi) que no sea tan integrista.

Yo en mi conciencia pienso que Dios valora mas la integridad intelectual que el servilismo a una institucion, asi ya no le tengo miedo a salirme de la Iglesia si esta no responde por sus doctrinas cuando estas resultan destructivas. Si con esto le doy la razon a aquellos que piensan que dejar la Obra es poner en peligro la propia relacion con la Iglesia, no me importa. Lo importante es no perder el contacto con la propia conciencia y con la busqueda de esa armonia con uno mismo y con los demas que es donde esta la verdadera felicidad (y que es lo que en principio promete la doctrina Catolica, asi a veces no sirva mucho en algunos casos ¿o si sirve?). Por que Dios nos va a juzgar por las obras mas que por la ortodoxia, o sea por la rectitud en el obrar en situaciones concretas -con personas concretas, poniendo en juego la propia seguridad, eso si que cuesta (mucho mas que un silicio)- mas que por discusiones bizantinas.

Aunque por el momento estoy en la Iglesia, como esperando por ultima vez. ¡Que dramatico estoy! jajaja.

Saludos,

Austral

Publicado el Friday, 28 April 2006