Como dice Flanpan, al final, los hechos acaban delatando la realidad. Por más que digan que la Prelatura no es responsable más que de la dimensión religiosa de sus labores corporativas, y no de ciertas iniciativas de sus miembros, al final los intereses hacen que acaben reconociéndose responsables de las iniciativas que sí controlan secretamente.

Estos últimos días, la cosa ha sido evidente. Primero, con la audiencia del Papa al Univ, en que, como dice Trinity, debía interesarles dar la imagen de que el Opus Dei sigue siendo fiable porque continúa teniendo capacidad de convocatoria, y no han dudado en poner al mismo Prelado como último responsable del Congreso. Poco ha debido preocuparles la fidelidad al espíritu fundacional, y les ha podido el interés.

Y otro tanto les ha pasado con la metedura de pata de “Studi Cattolici”, de la que se han desmarcado inmediatamente para evitar las temidas represalias islámicas. Vale la pena leer la rectificación pública de la Oficina de Información de Roma, que no tiene desperdicio. Pues, si fuera verdad, como ahí se dice, que “la Prelatura no tiene ninguna responsabilidad sobre la revista Studi Cattolici”, entonces ¿por qué pide perdón? Y si fuera cierto que la única relación de la Obra con esa publicación es –como señala la Nota- que “algunas personas que trabajan en esa publicación están vinculadas con el Opus Dei”, bastaría con que esas personas rectificaran personalmente.

Pero, claro -una vez más, el interés-, con el mundo islámico no se juega. Y, además, como dice la misma nota, ¿con qué fuerza moral podrían seguir reclamando respeto ante la productora de la película sobre El Código Da Vinci, si ellos mismos no lo demuestran con los demás?

En fin, todo muy poco edificante. ¡Y luego se quejan de que les critiquen el poder en la sombra que ejercen! Si las autoridades de la Prelatura vivieran la secularidad -como es propio del auténtico carisma fundacional-, y se estuvieran en su sitio (no entrometiéndose en los asuntos de los fieles de la Obra que exceden sus competencias: lo que atañe a la organización de la formación de los miembros y de los que se acercan a los apostolados del Opus Dei: ver Estatutos, n. 125 §2) no vivirían en esta constante simulación y, como regalo, se ahorrarían problemas innecesarios.  

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