Me gustaría que estas líneas las leyera, si es que hay autocrítica, la señorita o señora de los Mozos.

 

Inicio por el hecho de que tenéis o guardáis un resentimiento muy grande hacia la gente de la Obra. Espero leáis algún día el libro de Allen sobre la Obra y mirad que yo le guardo un profundo respeto y cariño por un simple hecho: la Iglesia que es mi Madre la aprueba, la impulsa y me apena mucho que queráis que pensemos los que no formamos parte de esta Obra, que estemos de parte vuestra, yo no.

 

Me duele ver que os escueza el alma saber que haya gente feliz y no queráis admitirlo, solo os digo que si no tenéis la disposición a olvidar, el tiempo hará su parte y el odio aumentará, qué pena me dáis sinceramente.

 

Os decía que podáis leer a Allen algún día: ahí Mons. Echevarría le dice y yo repito con él a cada uno de vosotros (neutro para que quepáis lo mismo las chicas que los chicos) dede el fondo del corazón Mons. Echevarría os pide perdón: está en el libro y a ese perdón me sumo, como seguramente se suman miles de fieles, no sé si todos, porque no sé si todos conozcan vuestra página.

 

Sé que los improperios seguirán su ritmo diario en contra de esta gente, pero así como vosotros os empeñáis en ello, habemos quienes nos empeñamos exactamente en hacer lo contrario y os deseamos lo mejor.

 

Qué gusto poderlo escribir en vísperas de Semana Santa.

 

Para todos mi cariño y para todos en lo que pueda y quepa, mis disculpas.

 

Concha