Pienso que Inés no tiene la culpa de que esta respuesta vaya dirigida a ella, solo que su mensaje es el ultimo que leí acerca de un tema que me parece interesante y que se ha tratado mucho en los últimos días. ¿Debería un ex-numerario o ex-agregado intentar tener una relación de pareja? ¿El riesgo de herir a otra persona por ser un bicho raro lo obliga a evitar cualquier intento en ese sentido?

Pues bueno el pensamiento de Alan Watts que copie al principio me ayudara a exponer mi defensa de los derechos de los ex que han sido célibes a enamorarse. Es algo muy repetido en este sitio web el hecho de que el Opus Dei le tiene miedo a que los numerarios (donde digo numerarios léase numerarios y agregados, no se si lo dicho valga para ellas) experimenten demasiado el calor de los afectos humanos, especialmente los afectos relacionados a personas del otro sexo. Me parece que detrás de una prohibición tan absurda como la de no ver mucho cine esta el hecho de que el 99.99% del cine trata con el aspecto sentimental y afectivo de la persona aunque la trama de la película sea lejana al tema. Esto y tal vez cierta predisposición natural en algunos numerarios a la timidez puede hacerle difícil la vida sentimental a uno después de haber dejado “La Isla” y que algunos como josito confiesen su incapacidad y experimenten cierta dificultad en las relaciones de pareja, o incluso dificultad para comenzar una relación.

Pero negarle el derecho, si esto puede hacerse, a un numerario de aprender a relacionarse mejor con las personas del otro sexo y a tener una relación especial con alguna mujer me parece una continuación de la doctrina del Opus Dei respecto a estos temas. Así como uno siempre debería considerarse indigno ante Dios y recuperar su dignidad siendo esclavo de las órdenes de los directores, uno debería sentirse indigno de comenzar un noviazgo por que esto se le hace difícil a uno y por lo tanto uno podría sin querer herir a otra persona. Aquí es donde esta el veneno tipo Obra, en retirarle a uno la posibilidad de vivir tranquilo con la propia forma de ser y pensar que el hecho de estar uno predispuesto a cometer ciertos errores justifican la prohibición de intentar hacer algo por tener una vida afectiva normal.

Me parece que ni el mismo Dios nos ha quitado el corazón al salir de la Obra y esto es una señal clara de que el desea que lo usemos a plenitud y que si tenemos dificultades acudamos al tipo de ayuda que sea necesario para desarrollar una vida normal en todos los aspectos de ella. Además el hecho de tener ciertas dificultades en la vida afectiva no es algo tan poco común como para sentirse muy mal al respecto.

Lo que me parece interesante en la cita que copie de Alan Watts es que tal vez nuestras relaciones humanas después del Opus Dei pueden seguir estando basadas en una moral llena de prejuicios que nos impida aceptar a las cosas y a las personas como son: tal vez el hecho de no ser perfecto según los estándares de afectividad de algunas personas es la única motivación que algunas encuentran para prohibir a un ex numerario intentar tener una pareja, pero en este caso yo mas bien les recomendaría buscar una pareja que no tenga expectativas morales demasiado rígidas respecto a lo que es el afecto. Yo estoy seguro de que muchos ex tienen una gran capacidad de afecto, que por el hecho de haber sido reprimida esta latente, pero que con un poco de practica se puede liberar y hasta ser del agrado de alguna a la que si le haga falta convivir con un loco como uno (así como a uno le hace falta la convivencia y la correspondencia de cierta especie muy particular de persona).

Además hay mucho capullo suelto que no tiene la preocupación que ustedes tienen por aprender a corresponder bien al amor de otra persona y que no se reprimen nada para engañar con muestras fingidas de afectividad. Tal vez liberemos a unas cuantas de ese tipo de personajes, jajaja me estoy poniendo caballeresco. Como ustedes no tienen la intención de fingir nada supongo que si algo llega a no funcionar en sus primeros intentos de tener una pareja estable, puede ser que la causa este en que la pareja adecuada no se encuentra al primer intento y si a veces cierto tipo de separaciones cuestan es porque de todas maneras la afectividad crea hábitos y todo habito requiere esfuerzo para ser modificado, pero al final uno da con la pareja adecuada, supongo.

Además 2, no es casualidad que la literatura y toda obra narrativa en general plantee el tema del amor como un problema muy importante, incluso si la película es de acción el héroe debe salvar el mundo, humillar al malo y quedarse con la chica, como diría Austin Powers. O sea que no es algo fácil para casi nadie y dado que tenemos buenas intenciones, me parece que esto es suficiente para no negarse la oportunidad. Además 3, tampoco hay que cerrar los ojos a la realidad y pensar en la posibilidad de que un fracaso amoroso se pueda deber también a la incapacidad de correspondencia de la otra persona a la que se le debería ofrecer ayuda también.

En el caso limite lo peor que le puede pasar a alguien es que llegue a casarse, a tener hijos y luego tenga que separarse por algún motivo que sea irremediable, pero si por este caso fuera habría que prohibirle el intentar buscarse a una pareja a toda persona que supere la pubertad, no sea que se le dañe el matrimonio en el futuro y esto es absurdo! La humanidad hoy no existiría.

Respecto al miedo de vivir hay una película que me parece buena y que se llama Elling cuya frase publicitaria es: “Ellos están listos para la mayor aventura de sus vidas. Todo lo que tienen que hacer es salir de su casa.” Es muy simpática, se las recomiendo.

Saludos,

Australopitecus