Frida :
Maria,
leo ahora y por pura casualidad el email que has mandado anoche. No quiero enganchame con tus provocaciones, si no podría más desagradable de lo usual. Sólo contesto sobre dos de las cosas que has dicho:
1) ¿no somos felices? Yo no sé cómo les sucedes a otros pero me despierto cada mañana con la alegría de estar viva, de ver, de caminar, de respirar, porque nada, pero de veras nada, me parece deducido. La vida, para mí, es un regalo, un partido que jugar hasta el final sin engañar a nadie, a empezar demí misma. Y la gratitud por este regalo es el único ruego de que ahora soy capaz.
2) En cuanto al pseudónimo, cualquier italiano/a de la obra que me hayan conocido y que haya leído cuánto he escrito, me puede haber identificado sin el más mínimo problema, puesto que mis escritos y emails son muy específicos. ¿Sabes cuánto conlleva eso?
Me sirve el seudónimo para echar fuera una rabia y un dolor -los que tú llamas odio y rencor- de los que yo misma tengo miedo; son tan profundos! (pero a ti ¿por qué te molestan?). Sirve para decir las cosas sin medias verdades, por que "en alguna parte" se ha escrito que la verdad nos hará libres. Lo uso porque aludo a mi verdad, a lo que yo he vivido y no a la "Verdad Revelada" que está en posesión solo de algunos bienaventurados como tú.
Personalmente, he dado mucho más, querida (cara, en italiano) al Opus Dei: he dado mis años mejores y mi salud. Quizás un día veré el sentido de todo esto y también lograré hacerlo con una gran carcajada. Pero no me hago intimidar de quién, con mucha arrogancia, viene a decirme que no he entendido nada de los años pasados al servicio de la Cosa (expresión copiada por Cooper!). ¿Pero que sabes tú de nuestras vidas?
Es demasiada comodidad, amiga, hablar de odio y de rencor para poner una mordaza en boca de la gente y seguir creyendo en el cuento de la Obra perfecta, santa e inmaculada "querida por Dios". Despierta antes de que sean las circunstancias las que lo hagan por ti.
Estáte bien
Frida
Publicado el Friday, 30 January 2004
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