Quisiera en primer lugar saludar a todos los que se comunican a "opuslibros.org" y le dan novedad a éste foro.

 

Yo no creo ni en la santidad del opusdei ni la de su fundador, por tanto, los comentarios de Satur, quien en "El Camafeo de Agata" justifica los excesos del oratorio del fundador del opusdei descritos por escriBa, se me hacen que no consideran lo fundamental.

 

Creo que el exceso más grave en el que ha incurrido el opusdei es el de haber permitido rodearse de tantas personas en tono de veneración hacia un hombre, que estando vivo, coleccionaba lugares especiales y auditorios absortos, pero que no tenía el mas mínimo recato para en nombre de una santidad y pureza pretendidas, decir aveces las groserías más denigrantes y despreciativas de manera suave y arrebatada. En uno de sus viajes a sudamérica se refirió como "prostitución" la causa por la que las mujeres utilizaban la minifalda, y eso lo hizo como respuesta a una pregunta de una mujer que se inquietaba por la manera de vestir de su hija.

 

Quizá esos excesos no prueben la no-santidad del opusdei, pero para eso, basta ver en lo que se ha convertido, y que quizá fue desde el primer momento: un lugar inocuo para lo que creo es el verdadero bien, y de tortura moral para algunos otros, que tardan tiempo en sanar después de que son usados como carne de cañón en ese terrible experimento.

 

Saludos,

 

Leonardo Gerardo Cantú