Para Fatima y Escriba

 

En relación con el correo de Fátima, publicado el pasado 20, es cierto que Pío XII erigió la Misión de Francia como Prelatura, creando así una figura nueva en la estructura jerárquica de la Iglesia, que no existía en el Código de 1916.  La erigió para dar cabida en ella a los sacerdotes de la misión, institución que tenía por objeto formar clero que luego pueda ser destinado a diversas regiones donde faltaran sacerdotes, obviando el problema de que dichos sacerdotes estuvieran incardinados en una diócesis, cuyo obispo pudiera "reclamarlos".

 

Cuando el Opus Dei se planteó una nueva forma jurídica, pensó, que si no había mas remedio, podrìa ser algo parecido a la Misión;  la dificultad estribaba en el hecho de que ese tipo de estructura estaba aun ligada a un territorio, toda vez que no se concebía una estructura jurisdiccional que no lo tuviera.  El Opus estuvo tentado incluso a que ese territorio, si no había mas remedio, fuera lo que hoy es la Iglesia Prelaticia. El inconveniente radicaba en el hecho de que el propio Romano Pontífice tendría que segregar para eso una parte -diminuta pero parte en fin-  de la diócesis de Roma, que ya no dependería de él, sino del Prelado de esa nueva Prelatura territorial.

 

La idea de una estructura jurisdiccional de tipo personal, según afirma la historia interna del Opus, la intuyó el fundador al ver las lápidas de los capellanes palatinos de SS.MM los reyes de España, que gozaban de jurisdicción personal, exenta de los obispos de Madrid, sobre el personal de la Casa Real.

 

Fantásticas las descripciones que hace Escriba de los Oratorios.  Respecto al "del Padre" se olvidó de una joya casi tan preciosa como la colomba eucaristica:  la alfombra que cubre el presbiterio y que según una costumbre establecida por quien sabe quién, se besaba devotamente, porque sobre ella había puesto sus pies el fundador.

 

Ahora falta la descripción del tercer oratorio del "corazón de la Obra":  el del Oratorio de Reliquias y las famosas calaveras que causaban pavor a las auxiliares, y de la Sacristía Mayor, con las sangrientas copias de pinturas de escuela sevillana que la adornan.

 

Aprovecho la ocación para ceder formalmente mi anterior firma, a quién ahora firma "Roberto", que desde hace tres entergas no soy yo.

 

Haenobarbo

(creo que esta no se le ocurrirá usarla a nadie mas)