Hace mucho que no escribo, pero trato de mantenerme al tanto de lo que se escribe.

Es por eso que quiero unirme a Alberto Moncada (3/13) y enfatizar que la Obra sabe bien que esta es su oportunidad para hacer relaciones públicas y aparecer en todos los medios de comunicación, así que no nos tenemos que quedar dormidos y dar nuestra opinión, darnos a conocer.

Los artículos en el diario El País de la semana pasada y el de Claire Fischer (8/3) nos muestran el por qué la Obra quiere usar esta película a su favor.

La Obra es mayoritarimente de habla hispana.

En USA la labor empezó en 1949, al mismo tiempo que en México, y un año antes que Argentina y Chile. Pero en todo USA hay solo 3000 miembros. El Opus Dei necesita publicidad en los países que hablan inglés.    Y de pronto aparece un libro que supuestamente va a mostrar la otra cara del Opus Dei (me refiero al libro de John Allen), y es en inglés. Y aparece un projecto Harambee que me imagino que ni los mismos numerari@s saben de qué se trata, pero hay que mostrar al público de habla inglesa que el Opus Dei (a nivel mundial) se preocupa de los pobres.

El diario La Opinión, como John Allen muestran como no tienen ni idea de lo que es el Opus Dei, y cómo la Obra maneja la opinión pública como ella quiere.

Puertas adentro sabemos que los numerari@s y agregad@s son la sangre, el motor del Opus Dei. Ellos son los directores, los que dirijen las Comisiones y Delegaciones, los que están 100% al servicio del la Obra. Pero cuando se va a los medios de comunicación, la Obra da vuelta la tortilla. Los más representativos del Opus Dei son los supernumerarios. El mismo Allen dice al principio de su libro que para entender el Opus Dei hay que entender que es un supernumerario. Y el diario el País y John Allen desdicen la importancia de los numerarios: son pocos en número. Y como la gente de la calle tiene a Silas en la cabeza es mejor hablar poco de los numerarios. No darlos a conocer. El mejor ejemplo de un miembro del Opus Dei es una supernumeraria madre de 8 hijos. Así que si uno visita cualquier web del Opus Dei, el 90% de los testimonios son de supernumerari@s.

Y los números que presentaron John Allen y El País acerca de los bienes de la Obra, todos sabemos que están dibujados. El gran ingreso de la Obra son los aportes de los supernumerari@s y cooperador@s y eso es imposible de contabilizar pues la gran mayoría son en efectivo y no se registran.

Finalmente, unas líneas para Pablo C. (8/3). Esta web ya tiene varios años, así que ya se habló de esto cientos de veces, pero lo que nos mueve a nosotros a escribir y a compartir nuestras experiencias como ex-miembros del Opus Dei no es el rencor. Perdonar no quiere decir olvidar. Eso es lo que mucha gente dentro de la Iglesia esperaba que pasara con la gente que fue abusada sexualmente. Perdonen! Dios nos perdonó! así que olvidense de todo, perdonen a los pobres curas y olvidense del asunto. Pero el tiro les salió por la culata pues la gente es buena y perdona, pero no es idiota y no olvida, y habla y da a conocer los abusos y los lleva a juicio. Así que quiénes son los más caritativos, los que callan y dejan que el abuso siga para adelante, o los que hablan y soportan las injurias de los que los consideran rencorosos, y logran que los abusadores sean castigados y haya menos abusos hoy y en el futuro?

Así que mutantis mutandi, es lo que nosotros hacemos con nuestros testimonios. En el futuro la gente que entre o salga de la Obra no va a poder echarnos en cara que nosotros que estuvimos adentro no los advertimos.

Mariano Curat