Hola a todos:

Después de sentir la soledad, el dolor y la incomprensión, después de pensar que ya todo se está acabando, que realmente ya nada tiene sentido, después de sentirme acorralado sin ningún brazo amigo, como animal perseguido sin rumbo y sin esperanza, después de tanta desgracia, de tanta tristeza que nunca creí poder soportarla, encontré la amistad donde menos lo esperaba.

Y el motivo de este escrito no es la primera parte sino la última frase. No es un escrito de lamento, ni un drama con final feliz. Mi única intención es, agradecer con estas pobres palabras  a esas manos tendidas que me han salvado del drama. Gracias a todas y a todos porque sin haber sido fieles a una vocación digamos religiosa (no se como llamarla) habeis sido fieles a las palabras de Cristo, al mandamiento principal, al importante, "amaos los unos a los otros" y vosotros me habeis amado y consolado. Porque no he estado encerrado en la carcel, pero sí estaba temeroso y encerrado en mi mismo, pensando en que ya no podría volver a vivir sin temor. Me habeis visitado en mi carcel, en la carcel de una mala conciencia mal educada. En vuestra ayuda he vuelto a encontrar al Dios verdadero, al que exige, pero a Ese que te quiere libre, a Ese Dios que ama , que le gusta mucho más amar que juzgar, que siendo el Verbo no coaccionó nunca jamás, que pudiendo obligar no obligó, que pudiendo forzar no forzó, que pudiendo formar un numerosísimo ejercito prefiero unos pocos amigos.

Solo eso, gracias y hasta siempre,

Verba