Estimados orejas,

 

la conclusión que saco de la encíclica nueva que comenta y compara Brian es que tenemos un papa muy culto pero alejado de la realidad. ¿A qué viene que si eros o filía? Dios mío qué lástima que la iglesia católica, su estructura se dedique a las bellas palabras. No son encíclicas lo que hacen falta señor papa, sino fe real, vivida, sin tanto ropaje etimológico. Que la iglesia y la religión no es cuestión de filología, ni de literatura ni de historia.

 

He visto la película de la madre Teresa de Calcuta, un pastelón para los cinéfilos, el bien, la bondad no dan juego en el cine. Y seguramente los que han hecho la película no ponen todos los sufrimientos de la madre Teresa para sacar adelante su proyecto.

 

Pero creo que ella si era caridad, me gusta la escena cuando se arrodilla en el lugar donde acaba de morir un leproso, es cierto Madre Teresa: ese es Jesús, ese es Dios, los rechazados porque no son guapos, ni tienen dinero ni inteligencia, ni influencias, y no podrían ser, ni siquiera cooperador acatólico. En esa esterilla del moribundo se podría levantar un santuario.

 

Un amigo oreja que me escribe de un país europeo me dice que está de acuerdo con mis comentarios en la web, y que le parece bien que haya conservado la fe, pues el opus se apoya en que los ex abandonan la iglesia. Pues amigo oreja le voy a dar una vuelta de tuerca a lo que me dices. Tener fe para mí no es una estrategia para quitarle la razón a nadie. La fe me nace de dentro, la fe no es sólo algo puramente racional, la fe o te sale de las entrañas o mejor déjalo. Desgraciadamente en España la fe se ha convertido en algo sociológico cuando debería nacer del suelo que uno pisa, de las entrañas. La fe como una etiqueta clasificatoria, como un distintivo más para separar a la gente en castas cuando el evangelio es todo lo contrario. En el opus este error está engordado.

 

Un abrazo

Ana Azanza