Opuslibros - Características acentuadas en México.- Manito

Manito :

Muy queridos orejitas:

Saludos desde tierras mexicanas. Felicidades por su página que he gozado y que por aquí corre como un secreto a voces. Es impresionante ver, y consuela el saber que no se está solo en experiencias difíciles y que la calidad humana (ooops, palabras del dark side de la fuerza) de los participantes es tan encantadora como atractiva lo era cuando estábamos dentro.

Ya me tengo prohibido leer a Satur para que no me corran del trabajo por romper la armonía que debe reinar en un centro hospitalario. By the way, Satur, tus escritos han sido copiados y reenviados por mail entre ciertos ex-combatientes, como les decimos aquí. No te extrañes que aparezca una versión pirata en VIPS (orgullosamente mexicana) y por cierto que me extraña el no ver más participación de mexicanos, tomando en cuenta que (no tan orgullosamente) éramos la región más grande después de España (genuflexión verbal) y además por la desbandada que se ha venido desde hace un par de años.

Ya me he encontrado -y eso que dicen que la Ciudad de México es algo grande- con antiguos compañeros con los que viví y que van de la mano de una flamante compañera. Salvo un caso de alguien que estaba en flagrante -y supongo que refrescante- violación a todo y que seguía siendo de la Obra -y que no dejaba de tirarme ojos de "no digas nada por tu madre santa" cuando me presentaba a su amiga (si alguien de la Comisión está leyendo esto va a haber purga onda "Orwell" para saber quién es) todos los demás habían salido ya.

Incluyo directores, un sacerdote- bueno, él en una diócesis no se piense mal, numerarios, agregados y hasta "supermanes" -esos sin amiga- que por aquí se limitan mucho al club social, mandar a los hijos al CEDROS/ YAUCALLI para ellas (que por las distancias de México sí parecen estar a cinco mil kilómetros en horas punta) y aportar mensualmente los centavitos.

Decía que me extraña y no, porque platicando con ex combatientes, hemos descubierto características que la Obra tiene aquí que tal vez se den en otras partes del mundo, pero no tan acentuadas.

En concreto creo que nuestra enorme división social entre ricos y pobres, gente bien y "demás" "plebe" (chusma, dirían ciertos tontos -y lo oí de un prelatureitor), y la vida social tan particular que tenemos (círculos sociales, comidas, y quién sabe cuántas cosas) potencian que la gente tenga miedo a hablar y prefiera llevar la fiesta en paz cuando sale. Si fuiste de la obra es porque eras de cierta familia, estudiaste en el Cedros, la carrera en la gloriosa Universidad Panamericana (famosa porque para leer a Camus se saca permiso de capellanía -no es broma) y especialidad de negocios en el IPADE (nuestro IESE aunque sin tanto relumbrón).

El salir causaba ya problemas con amigos, familia y trabajo, porque siempre se encontraba... qué curioso, ayuda en los consultorios o instituciones de gente de "casa" o de plano en empresas de supermanes -por cierto, quien preguntó si Bimbo era de la Obra, no lo es. Sólo que el dueño y su esposa son amigos de los "top ten" de la Región) El salir es como si te quitaran el sello de calidad de la carne y causa problemas en el círculo social al que perteneces. Que por cierto es pequeño, endogámico y lleno de chismes e intrigas que haría que palidecieran nuestros políticos.

Siempre se acompañaba la frase, cuando te hablaban de un buen partido para casarte "y además es (pausa dramática de tambor) supernumerario/a!!!... en lo demás como el siglo XIX. Aquí les ha dado por restaurar haciendas, enormes y bellísimas que antes pertenecían a la clase alta mexicana.

Así que uno se pasea por lor arcos y portalones rezando "una parte" y con cara beatitud mientras a los alrededores una pobreza absoluta reina como señora. Y que no se piense que no se hace labor con la gente pobre ¡¡¡NO!!!... se hacen bellas escuelas a lado de los pueblitos donde las dulces y bucólicas lugareñas pueden aprender a cocinar y a lavar y de ahí -how convenient- salen las queridas auxiliares -un beso a todas- que producen gruñidos de felicidad entre los asistentes a un retiro, que se sienten en época de Don Porfirio (nuestro presidente estilo "Reina Victoria" de 1900) vamos, con campanita y toda la cosa. En fin, que es triste.

Se ha hecho mucho bien en algunos terrenos, pero al ver compañeros y amigas mías que salen tan lastimados -yo uno de ellos- uno se cuestiona tantas cosas... y si no habrá otra manera de que la gente con buenas intenciones e ilusiones convivan y se pongan de acuerdo en proyectos comunes con miras a Dios...

Otra circunstancia que me llamaba poderosamente la atención era que -tal vez por las dificultades especiales de México- el 90 por ciento de los de mi centro trabajaban en una Obra corporativa. Y es que es fácil entender porqué, cuando uno llegaba a un trabajo nuevo y decía "pero necesito salir a las 6 para la tertulia -bueno eso no lo decías- una semana para mi retiro y dos para mi cursito anual en mi maravillosa hacienda" Adiós al trabajo y a la oportunidad. En México -y a pesar de la fama de domir bajo un sombrero- se sale de un trabajo después de las 7 u 8 de la noche, y el primer año se tiene derecho sólo a 5 días de vacaciones... qué tal mis orejas europeos con sus meses de holiday? Bueno, pues nada, los médicos a dar biología, los ingenieros matemáticas y los abogados, nociones de derecho. Y claro, preceptorías y moral que para eso sí que estábamos al día.

Yo me salí pronto y el encontrar un trabajo fuera, en un hospital, me dió la oportunidad para dar el gran paso, al ver que el mundo es muy rico y ancho, y no una sala de tertulias llena de conversaciones fingidas... o a veces de leyendas urbanas de la Obra... porque vaya que las había! -como dice Satur, relatos medievales-. Pero de eso hablaré luego. Lo que me importaba decir es que era impresionante como para algunos pobres la obra era su mundo social, familiar y profesional. Sé de un amigo, aún dentro, que sólo busca un trabajo para pedir la dispensa, pero que después de estar 15 años en labores de dirección y cosas de esas, no puede ofrecer más currículum que decir "soy ingeniero nuclear -supongamos- pero no leí nada de eso ni trabajé nunca en nada relacionado desde hace quince años."

Triste, y llega a pervertir lo que ellos mismos señalan sobre el espíritu de la Obra. "no por conveniencia" Ja! Y los que se decían "Hazte de la obra, te dan preceptorías y ya no te echan del trabajo" Lo oí tal cual de dos integrantes "de fuera" de una gentil obra corporativa.

Bueno, pues un abrazo a todos. Gracias de nuevo por saber que no estamos solos y que hay gente buena por todas partes. Esa gente que quisimos y conocimos dentro y a los que nos daba gusto llamar hermanos y hermanas. Claro que no me refiero a los de mente estrecha, verdaderos fariseos y tristes remedos de "algo" que no se sabe qué es.

Felicidades por la página, queridos orejitas. Luego continuamos la conversación...

PD. Satur, especial felicitación de parte de todos los excombatientes. Y perdona si te he citado más que a Camino en un círculo, pero encuentras con humor la frase exacta de los sentimientos....

Manito

Publicado el Monday, 26 January 2004