Estimados todos:

Leyendo la nota de Doby sobre censura, libros prohibidos y quema de libros me acorde de repente de uno de mis primeros encargos.

No se como fue a dar al centro toda una bilbioteca de un ilustre señor recien fallecido. No estoy seguro si era familiar de alguno de la obra o era amigo de alguien. No me acuerdo.

Lo que si recuerdo es que el director del centro me dio el encargo de quemar los libros "inutiles" que habian quedado una vez que se seleccionaron y separaron los "buenos". A mi me parecio un encargo de gran importancia, y que demostraba la gran confianza que se tenia en mi. Recuerdo que incluso habia alguna "Playboy" entre los libros a quemar. (aunque creo que se les escapo porque me parece que alguno ya habia purgado esas "indelicadezas". En base a mi experiencia posterior supongo que habra sido algun sacerdote)

Bueno, en todo caso estaba yo en el patio, con una pila de libros y un bidon con diluyente. (el diluyente es algo parecido a la acetona, pero mucho mas inflamable) Es mas me parece que alguno que anda por esta web fue quien me dio el diluyente en vez de gasolina (gasolina: lo que usan los coches para funcionar) que es lo que habitualmente utilizamos en nuestro pais para quemar cosas. No se si es que no teniamos gasolina disponible en el centro o es que el "encargado de los combustibles" penso que el diluyente era mas eficaz para quemar los escritos diabolicos o quizas habia algun simbolismo de por medio.

En todo caso el hecho es que el diluyente es mucho mas inflamable y volatil que la gasolina. Cuando empece la fogata no use suficiente cantidad por lo que cometi la imprudencia de lanzar mas combustible al fuego para tratar de avivar la hoguera.

¡ Ya se imaginan que paso!! Se me incendio el bidon, trate de apagarlo y me comence a quemar yo, lo lance contra la pared y hubiera terminado quemando el centro si no hubiera sido porque el diluyente al ser mas volatil se consume mas rapido. A la finales se demostro que el encargado de los conbustibles tenia razon: "si vas a encargar a un adscrito quemar libros, dale diluyente para evitar que la cague". Quizas esta maxima estaba en algun vademecum (con el que he dado en llamar "encargado de combustibles" en esta anecdota, teniamos por costumbre decir entre nosotros que todas esas chorradas sin sentido que a veces nos pasaban como criterios se encontraban detalladas en el "vademecum de peliculas". Lo deciamos en joda, pero ahora vaya a resultar que si existe tal vademecum)

Aparte de la Playboy no recuerdo que mas libros quemamos. En esa epoca era bastante mas ignorante que ahora, y suponia que los sabios doctores que mandaban sabian lo que hacian. Yo lo unico que tenia que hacer era obedecer y enceder la hoguera. No se si los directivos se enteraron de que casi queme la casa (estoy exagerando, no era una casa muy facil de quemar) pero en todo caso no recuerdo haber participado en mas quemas de libros. Ahora, si alguien duda que en la obra se realizan quemas tiene mi testimonio que de que haberlas, haylas. No se si seran habituales, no se si siempre seran tan riesgosas e inseguras. Pero yo tengo el "honor" de haber quemado un monton de libros. En homenaje a la obediencia y a a la sana doctrina. 

Como para que me den una medalla por arriesgar mi vida.

Pues, ya saben.

Spider