Itaca,

he leido la carta que diriges a tu madre y no puedo por menos que acordarme de mi padre, y... con lagrimas. Lamentablemente murió el mismo año que yo dejaba el opus. No pudo ver en vida lo que durante casi 15 años me repitió de forma constante: "algún día me darás la razón y te darás cuenta del error que has cometido". No pude pedirle perdón por los disgustos y frustaciones que sufrió viéndome lejos de casa, sabiendo que era hijo único y que la familia contaba con recursos económicos modestos.

Recuerdo cuando me pidió dinero prestado para que pudieran irse de vacaciones una semana él y mi madre. Por aquel entonces estaba sufriendo la reconversión de despidos de la empresa en la que trabajó durante más de 30 años, y las indemnizaciones tardaban en llegar, a la espera del fallo de los tribunales. Fue una temporada dura en la familia. Yo era un profesional colocado y con buenos ingresos, me parecía lo más normal ofrecer esa ayuda a mis padres. Lo consulté en el centro y el director me espetó que habia muchos gastos y no podia ser.... punto; no más comentarios o alternativas o preguntas. Cuando le comenté a mi padre la negativa a su petición me dijo con los ojos humedos: "no te preocupes yo ya sabía que contigo nunca podré contar". Era Semana Santa y los del centro ibamos al CM Montalban a los oficios. No se porqué razón pero era normal entrar por el maldito garage del colegio mayor.. y alli estaba reluciente el "Mercedes del padre"...mirándome con sus enormes faros a la cara y recordándome el orden del opus, la pobreza y las verdaderas prioridades de la prelatura. Aunque tuvieron que pasar unos años hasta dejar defintivamente la obra, sí tomé desde ese momento la decisión personal que jamás volvería a participar en una campaña economica de colecta para el opus, jamás.

Dios nos juzgará a todos por nuestras obras, pero espero que al menos permita ver a mi padre desde algún lugar la cara de sus dos nietos que tanto ansió y no pudo ver en esta vida.

Un abrazo para ti y tu madre, y una oración de perdón para nuestros padres.

Labuhardilla