Carmen Charo :
Queridas Blue y Valle,
Ayer escribí a AG, antes de leer vuestras cartas a la web y la de Kaiser, y me quedo sobrecogida.
Blue, lo primer decirte que ya somos muchos los que hemos tenido la magnífica oportunidad de estrecharnos materialmente en un sincero abrazo. Mi carpeta de imagenes está llena de fotos de participantes de esta web, y fotos mías han viajado a los lugares más dispares del planeta. Hemos quedado hace un año en Madrid, un buen grupo. Luego ha habido encuentros más familiares, con poca gente en distintos sitios. Las casas de unos y otros se han llenado de amigos e opuslibros y hemos podido compartir muchas horas de larga y sincera charla: en Zaragoza, en la sierra de Madrid, en Bilbao, en Vitoria, en Santander... En distintas ciudades españolas se ha hecho habitual el quedar una vez al mes para comer o cenar... Ya nos vamos conociendo y poniéndo cara, queríendonos y haciendo muchas veces entre nosotros, buenas amistades. Asi que esto no es algo frío, individualista y solitario ¡qué va!.
Yo digo contigo, que ojala que tu hermana lea esto por su bien, pero que no puedes hacer nada que violente su libertad. Yo doy mi email, que ya lo he dado muchas veces, por si quieres tu o ella ponerse en contacto conmigo. Es carmencharo@euskalnet.net. Es terrible la situación de tu hermana y necesita todo el cariño del mundo. Pero no la presiones por nada del mundo porque sólo ella puede hacer el camino de salida. Cuenta conmigo para lo que quieras. Recibe un inmenso abrazo
Valle, yo no soy ni jurista ni moralista, pero creo que tu situación tu último año en la obra fue de persona torturada porque usaron el chantaje emocional y la culpabilización de tu conciencia para que te quedaras. Esa es la herencia de libertad que dejó el fundador ¡si señor!, y con motivos parecidos perseveran muchísimos de los numerarios que siguen. Eso es un auténtico esfuerzo por dar a Dios toda la gloria.
No sé jurídicamente, pero moralmente estabas fuera de la obra, es decir no eras numeraria, y te obligaron a seguir en contra de tu voluntad. Y no contento con eso, te obligaron a ir al centro de estudios. Si Dios está en la institución que lleva por nombre Opus Dei, yo soy marciana.
Estos testimonios a mi cada día me reafirman más y me dan más fuerza para no callar.
Un fuerte abrazo y muchas gracias Valle
Carmen Charo
Publicado el Friday, 23 September 2005
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