Acabo de leer el último escrito de A.G. (aunque no escribo mucho, si leo mucho la Web). Fui numerario ocho o nueve años y he tenido la fortuna de tomar la decisión de no llevar a mis hijos a colegios del opus Dei (ya sean obra corporativa o labor personal) antes de que tubieran edad de ir al colegio. El mayor tiene 3 años y acaba de entrar en un colegio religioso concertado. Tengo familia de la obra y si me pasa lo que a A.G., sé que la monto. Y a pesar de todo sigo pensando que se creen que hacen lo que deben, lo que demuestra que el opus Dei tuerce y deforma las conciencias. O bien son tontos todos los que hacen eso y sus superiores que lo permiten. Me parece que pueden ser efectos de la vida en la burbuja porque los numerarios que tienen vida en el mundo real suelen ser más normales y sensatos. Aunque parezca increíble (porque tienen hijos y un trabajo normal) también hay muchos supernumerarios que viven en la burbuja. Todavía no he visto la película de La Isla pero la veré.

Yo también llegué a pensar que el único sitio en donde se formaba bien era en los sitios de la obra. Ya no pienso así. Sí creo que hay una buena formación religiosa aunque un poco (¿un poco bastante?) estrecha. Pero prefiero una formación menos "perfecta" y que mis hijos no tengan que pasar por una crisis vocacional artificial. Y no me gustaría nada que mis hijos vivieran en una burbuja. Prefiero que sean normales y que aprendan a vivir en el mundo real. La directora del colegio al que llevo a mi hijo me parece una persona sensata y con sentido común y con unas ideas religiosas estupendas.

Me da un poco de vergüenza esto que voy a decir, pero mi situación actual demuestra que un ex-numerario puede ser terríblemente feliz. A pesar de los pronósticos por todos conocidos, no soy infiel a mi mujer (al menos hasta ahora no lo he sido), tengo dos hijos, uno buenísimo y el otro aún no se sabe porque sólo tiene un mes y, con crisis y momentos mejores y peores, soy muy feliz y estoy seguro de que sería muy desgraciado si siguiera siendo numerario, aunque esto es implanteable porque no habría aguantado una semana más de lo que aguanté.

Así que ánimo a los que están pasando un mal momento. Y me alegro por sus hijos de que A.G. los sacara de ese colegio y de que su hijo esté en el mundo real. No me gustaría nada que un hijo mío se hiciera numerario.

Gracias una vez más a los mantenedores de la Web. Saludos,

Eutimio