leyendo a Tartarín que ha traido tantos textos sobre las incorporaciones, me ha venido el recuerdo de la locura que nos invadía a las numerarias que estábamos en los consejos locales de san Gabriel en esa fecha del 19 de marzo.

 

Todo porque las supernumerarias que habían hecho la oblación (incorporación temporal por un año hasta el próximo 19 de marzo) y  no la fidelidad (incorporación definitiva) tenían que renovar ese día. La renovación de la pertenencia al opus la hacía cada una en su mente, mejor en la santa misa, se decía, y luego tenían que llamar al centro para decir que ya lo habían hecho.

 

Así que como la mayoría de las supernumerarias sólo han hecho la oblación, -la fidelidad sólo la hacen las escogidas para celadoras o las mayores y venerables-, nos pasábamos el 19 de marzo con el teléfono en la mano. Sonaba desde el punto de la mañana, solíamos estar en misa, y no paraba hasta la noche. Estaban las madrugadoras, las que se les olvidaba y las que

aprovechaban para poner pies en polvorosa sin decir ni mu. De este último grupo fueron dos supernumerarias en el último centro que estuve.

 

Normalmente desde meses antes del 19 de marzo se hablaba con las que podían presentar dudas "de vocación", para hacerles volver al redil. Había que informar a la delegación de las que dudaban y de lo que se estaba haciendo para que la supernumeraria no se marchara.

 

Pero a pesar de ese seguimiento como digo en ese 19 de marzo de 2001, dos supernumerarias dieron la espantada por su cuenta y no llamaron. La directora del centro, Lali Riera, se desplazó a sus pueblos donde vivían esas dos, a 30 y 50 km respectivamente para hacerles entrar en razón pero sin éxito. Entonces me pareció que eso de irse sin avisar está muy mal hecho, y seguramente si uno no está en una secta es así, pero si uno está en el opus es la única forma. De hecho aunque se dé la espantada de esa manera, no tienes la certeza de que te van a dejar en paz.

 

También otro año una se despistó, estaba de viaje en otra ciudad, y estuvimos haciendo pesquisas hasta por los hoteles para buscarla y que renovara. Hasta las doce de la noche. Cuando todas las que tenían que renovar habían llamado, nosotras llamábamos a la delegación dando parte de lo que había pasado.

 

Ahora me parece todo un teatro y mal hecho, porque todo es de palabra. Como ya se ha dicho aquí, los ex miembros, ni los miembros tienen ningún papel que acredite la pertenencia al opus dei. Yo me pregunto si incluso en sus archivos estaremos, si en Roma, me refiero para la Iglesia consta que estuvimos y nos fuimos.... no hay derecho a esta situación de injusticia y secretismo. Tanto código de derecho canónico como parece que son expertos ¿para qué? para que vivan estrictamente fuera de la ley. Diciéndole a la gente que por edad no puede ser numeraria que lo es... etc.

 

Y en definitiva sólo quería compartir esa experiencia de los 19 de marzo, que además era la directora del centro la que debía recibir la llamada, no valía otra. Y por si teniáis alguna experiencia similar de teléfono que suena cien veces en un día.

 

un abrazo

Ana Azanza