Kaiser :
Chisco:
Ya sabíamos que lo único que nos queda fuera es considerarnos perjudicados. Hagamos lo que hagamos. Si callamos, malo. Si hablamos, peor. Mientras haya quien se crea ungido con la facultad de administrar premios y castigos por ahí, ya se sabe de qué color serán tus papeletas, según cantes o no sus alabanzas.
El título de tu envío me recordó "El Tango Alegre", una canción que habitual en algunas tertulias con gente de San Rafael en la que todos hacíamos escarnio del protagonista. Puede que alguien la conozca. Hasta donde recuerdo la letra decía así:
Su madre mujer mala, su padre un invertido, su esposa le engañaba con su mejor amigo.
Cuatro hijos que tenía la lepra los mató y al quinto que quedaba se lo atropelló un camión.
Que sí, y no tenía pa comer.
Un día que a la iglesia fue a dar gracias a Dios un trozo de cornisa encima le cayó y estando en la agonía esta blasfemia echó: ¡CANASTOS!, dijo fue su mayor pecado se murió y se condenó
Que sí, y no tenía pa comer.
Estando en el infierno se le oía decir:
¡Esto es vida, coño, esto es vivir!
Pues éso, hijo, esto es vivir. Pero tú a lo tuyo, repartiendo juicios y perjuicios desde tu presunta superior posición. Dices: "Lamentablemente no debo ser muy inteligente por que (sic) no acabo de reconocer la Obra en el esperpento que se recoge en esta web". Lo que en el inconfundible estilo rocambólico (al loro el palabro) vuestro quiere decir que todo es mentira. Bien. No voy a alterarme. Al fin y al cabo yo aquí apenas he vertido alguna pincelada de mi experiencia personal. Soy en esta página poco más que un huésped, casi como tú, pero algo más cortés con quien nos hospeda. Lo que sí no me resisto a decirte es que tienes un problema con tus sentidos, porque de lo que te llega, sólo percibes algunos pocos detalles. Lo importante no te llega. ¿Sabes qué es lo importante para mí? El dolor. La insensibilidad ante el dolor ajeno es muy mala, Chisco. Aquí hay dolor. Mucho dolor. Donde tú ves esperpento, otros han derramado todo el dolor de su alma rota. Y a tí te molesta que te salpique tu impecable terno. El territorio del dolor humano para los creyentes como tú y como yo debería ser sagrado. Es Cristo que pasa, Chisco, aunque no nos guste su aspecto.
Añades: "Tampoco entiendo como (sic) algunos inteligentes colaboradores han tardado más de 20 años en descubrir el carácter mentalmente destructivo que tiene esta satánica institución". Te burlas como me burlaba yo con mis amigotes y "hermanos" del infeliz protagonista del tango. No te rías, Chisco, si aspiras a dar a cualquiera de nosotros un abrazo, sé íntegro y ofrece un mismo semblante en toda ocasión. Sabes que cualquiera ha podido estar dentro tan entregado o más que tú hasta el último momento. Y tacharlos de tarados o mentecatos no ayuda en absoluto a resolver su situación.
Por fortuna, ya no es mi caso, pero agradece que no me haya pillado en caliente. Y cuídate de las cornisas, que esas no entienden de elegidos o perjudicadosno sea que hayas de soltar a destiempo un "¡canastos!" y nos veamos aquí los dos echando unas letras.
Kaiser
Publicado el Wednesday, 14 September 2005
|