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 Correos: Experiencia un tanto singular.- Jaime4

100. Aspectos sociológicos
Jaime4 :

Os escribo mis experiencias un tanto singulares, esperando que alguien pueda cotejarlas con algun caso parecido si es que lo hay.  Es una experiencia de la cual no tengo conocimiento de ninguna experiencia que se le pueda parecer.

 

Cierto es que de las experiencias tanto personales como de otros que he vivido relacionadas con el Opus Dei, todas tienen denominadores comunes, y veo que los escritos de esta web se ciñen a esas experiencias que yo personalmente y directamente he vivido, de tal manera que en principio me resultan perfectamente creíbles, y ninguna o casi ninguna me sorprende ni revela nada nuevo que no supiera o sospechara con fundamento.

 

A pesar de lo expuesto, no me considero ni contrario ni enemigo del opus, en ocasiones veo como se critica sin piedad y sin fundamento al opus y no vacilo en defenderlo a capa y espada cuando esto sucede. Si por el contrario se le critica con pleno conocimiento y fundamento, mi actitud es de corroborar con pena y recordar que a pesar de todo tienen su lado bueno.

 

Deseo aclarar algunos puntos. En primer lugar el relato es totalmente verídico y demostrable, en segundo lugar no tienen la intención ni de atacar a personas ni a instituciones, la única intención es poder cotejar con algún caso parecido o con los conocimientos de personas que conozcan la institución mejor que un servidor, para poder dar a esta historia un final feliz. En tercer lugar prefiero el anonimato si es posible, por razones de simple prudencia ya que la historia no ha terminado todavía, a pesar de todo mis datos son... [los hemos quitado los de la web] Ya que las intenciones de este escrito-consulta no son atacar a nadie, desearía que se publicara solo en el caso de que a su criterio pudiera ayudar a alguien, del mismo modo no tengo inconveniente alguno de que sea enviado a alguien que se encontrara en situación parecida con mi nombre y dirección si es necesario...



Soy Jaime Tengo 40 años casado, con 4 hijos, ex alumno de un colegio de Opus Dei. Nunca fui ni super ni numerario. Mi padre fue un colaborador de los principios de la obra. Aunque nunca supe realmente qué lazos los unió (nunca nos lo quiso decir), siempre vi un respeto, admiración y deferencia hacia mi padre por parte de la dirección del colegio y de la gente de la obra en general. Ninguno de mis hermanos/as es ni numerario ni supernumerario, con casi todos lo intentaron más de una vez, siempre fuimos a las actividades de los clubes pero he de decir que no hubo acoso serio con nadie de la familia. Se conformaron con un no y punto. Tengo buenas y malas experiencias con ellos. Los tengo por todas partes en la familia de un lado y de otro.

 

Mi esposa tiene 38 años y es ex alumna de un colegio del Opus Dei, así como sus 10 hermanos. Es un caso parecido al mío, su padre era pero no era y nadie supo exactamente la relación que pudo tener con la obra. Falleció a edad temprana y todos los hijos pasaron a estudiar en colegios de la obra, sin tener el más mínimo recurso económico (dejó viuda con 11 hijos entre 14 y 1 años de edad). Nuestros padres se conocían el uno al otro. Mi padre, sin criticarme al opus, siempre nos previno contra sus defectos, y exaltó sus virtudes.

 

En la actualidad tengo dos problemas con la obra, uno con un hermano de mi mujer (llamémosle Juan). Después de coger una depresión de caballo suponemos que siendo numerario, aunque siempre lo ocultó tanto Juan como la obra, lo abandonaron a su suerte, lo echaron en contra de su voluntad, y negaron ser responsables de su mala salud mental. Mi suegra no tenía salud para poder hacerse cargo de Juan, y además éste no confiaba en nadie de su familia. Así que yo me hice cargo de él y exigí a la Directores de los distintos sitios donde había estado y a los responsables directos, un historial exhaustivo sin mentiras y con detalles. Me recibieron y me atendieron, me dieron más o menos lo que les pedí. En principio me parecieron sinceros y asustados. Les pedí que ya que Juan sólo confiaba en ellos y en sus médicos que hablaran con él para que confiara ciegamente en mí. Así lo hicieron y su director espiritual cuando lo tuvo a punto nos citó a los dos, a Juan y a mí, y allí mismo le dio la orden a Juan de que yo pasaba a ser su director espiritual y que para poder verle a él debía pedirme el consentimiento a mí. Allí mismo y delante mío le prohibió relacionarse con la obra en lo mas mínimo y tener plena confianza en mí. Textualmente le dijo “Todo lo que te diga Jaime es como si te lo dijera yo mismo y yo me pongo a las órdenes de Jaime con respecto a ti. Tú no puedes llamarme ni venir a verme y yo no puedo recibirte sin expreso consentimiento de Jaime. Todo esto me duele mucho mas que a ti…….”. Este es un caso peculiar del que no encuentro antecedentes en la historia del opus dei.

 

Juan, ya de temprana edad parecía tener vocación sacerdotal y al tiempo simpatizaba con el opus dei ya que estudiaba en un colegio de la obra. Fue reclutado por un sacerdote de la obra que al parecer se dedica a promover vocaciones para la obra y otros temas relacionados con sacerdotes de la obra. A escondidas de su madre fue llevado a sicólogos colaboradores de la obra.

 

Más tarde y casi  que a hechos consumados, un día se presentan en casa de Juan el Sacerdote y Juan y comunican a la familia que en 15 días Juan se va a estudiar a Pamplona para ser sacerdote y que un personaje anónimo se hace cargo de los estudios y sus gastos personales. (Todos sabían que la familia es contraria al Opus Dei)

 

Ese día hubo discusión familiar, Don Lucas el Sacerdote calla prudentemente, mientras Juan se levanta nervioso y exaltado, diciendo cosas tales como “me voy por que me da la gana y me voy con ellos porque son mis amigos…..” todo esto a gritos. Todos trataron de hacerle reflexionar, unos gritaban, otros razonaban….y Don Lucas (el sacerdote) y yo, callados. Se terminó la comida como se pudo, yo traté de aflojar tensiones….. como Dios me dio a entender. A los quince días Juan partió para Pamplona.

 

Yo a solas traté de hablar tanto con Juan como con Don Lucas, pero Juan fue evasivo y Don Lucas me trató con prepotencia, y superioridad. Entre otras cosas le dije “no dudo de la vocación de Juan, yo me haré cargo de sus estudios y de su manutención  pero esta no es manera de tratar a la familia, aunque moralmente estén en deuda con el Opus Dei son una familia católica practicante y unida” Sólo me respondió que no me preocupara de nada que estaba todo resuelto y acto seguido desvió la conversación interesándose por mi alma, luego por mi trabajo, y para finalizar por mis intenciones y castidad en el noviazgo (ya que hacia poco que yo salía con la que hoy es mi esposa).

 

Mas tarde en Pamplona y sin decir nada a la familia lo quitan de teología y le dan un descanso de dos años, dejando la teología por filología, y al fin lo echan y lo abandonan a su suerte en contra de su voluntad, pero de esto nadie sabe nada. Juan y Don Lucas lo ocultan a la familia. Yo me voy enterando de su suerte por mis propios medios y conocidos en Pamplona pero no sé nada de su empeoramiento psíquico.

 

Deja los estudios para hacer el servicio militar. En este momento Juan sin él saberlo está más en mis influencias que en las del Opus Dei, así que me pongo en contacto con oficiales de su acuartelamiento y les pido que me tengan informado, por fortuna el capellán del destacamento es amigo íntimo de un oficial amigo de la familia e inmediatamente sin que Juan  sepa nada, lo ponen de asistente del Capellán el cual ya me advierte de que hay algo raro, pero en principio no se le da importancia. A los dos meses me llaman de madrugada: “el teniente Carlos quiere hablar con usted no se asuste no es nada grave”. A la media hora mientras me estoy aseando para partir al destacamento, suena de nuevo el teléfono y lo coge mi esposa……. ”dice que es el Pater del destacamento, que no te preocupes y que no subas al destacamento, que vayas al Hospital Militar directamente, que ellos están bajando con la ambulancia pero que no es nada grave”

 

Ahí termino su mili antes de empezar y salió todo. El opus no quería saber nada, no se sentían responsables de nada “nosotros viendo que estaba desorientado y que no sabía lo que quería, le dijimos que se tomara su tiempo y que lo dejara de momento”. Hablando con el capitán médico y con Don Fermín el capellán, todos estamos de acuerdo en que no es la típica crisis del recluta. Al parecer, Don Fermín y Juan ya habían hecho migas antes de que yo hablara con los oficiales del destacamento, y habían empezado una relación paternal. Juan se había abierto al capellán y le había contado lo que la familia no sabia. Así que cuando fue advertido por los oficiales le costó poco sacarle el resto de la verdad, que la familia nunca hubiera sabido por el secretismo tanto de Juan como del Opus.

 

Con esa información y paso firme me fui a ver a don Lucas, no le dejé hablar le dije que me contara toda la verdad, que yo ya la sabía, pero que necesitabas más detalles para poder tratar a Juan. Él conocía mi posición con los oficiales y el Pater y no sabía los pormenores del derrumbamiento psíquico de Juan, nadie le podía visitar en el hospital militar sin mi consentimiento o el del capitán medico. Allí se vio contra la espada y la pared. Así que se sinceró. La historia encajaba e incluso salieron partes que ni don Fermín había podido sonsacar, parecían sinceros y asustados. (antes de empezar le dije a don Lucas que no pensaba montar ningún escándalo sólo me interesa la salud de Juan). Don Lucas me aseguró en ese momento que el había sido el culpable de todo, que sus superiores le habían amonestado seriamente ya que veían que había cometido una metedura de pata fenomenal y que le habían ordenado como mal menor alejarse de la familia para que se calmaran las aguas. De hecho yo todas las gestiones que hice tanto en el ejército como en Pamplona como con Don Lucas, siempre fueron a escondidas de la familia. Sólo sabemos la verdad, Juan, mi esposa y yo. Nadie sospecha en la familia que yo mantuve relaciones con el opus acerca de Juan, nadie sabe que he sido su director espiritual durante años. Don Lucas como ya he dicho antes dio delante mío las ordenes a Juan para que se dejara llevar tanto clínicamente como espiritualmente por su cuñado Jaime, o sea yo.

 

A partir de ese momento se inicio la curación de Juan que ha llevado aproximadamente 13 años. Juan en estos años ha sacado licenciatura en filología, y ha trabajado como funcionario del estado durante 12 años.

 

Los años han pasado pero la vocación sacerdotal sigue ahí. Sin embargo la vocación opusina parece honestamente que no, así que viendo la insistencia de Juan me moví para ver si realmente esa vocación se podía echar adelante. Como en ningún momento descarté que su tendencia opusina pudiera salir, y si saliera yo no me opongo a ella, ya que considero que Juan es el tipo de persona que encaja en la obra, (aunque yo no la quiera para mi ), me puse en contacto con Don Lucas (aunque parezca mentira) para que me diera su opinión de cómo ve a Juan, si la iglesia lo aceptará con su edad y con su historial (ya que en estos momentos ya tiene 35 años), qué pasaría si ahora hubiera alguna recaída etc.….. Se consultaron diversas fuentes, y al fin se decidió arriesgarse e intentar que Juan termine Teología en un seminario diocesano, con cautela y en principio y a petición de Juan y sin coacción familiar de ningún tipo, sin ningún tipo de relación con el opus. Juan ha entrado en un seminario Diocesano, en principio apadrinado por sacerdotes del Opus.

 

Con esta historia ¿puedo fiarme de que el Opus no intentará ninguna cosa rara con Juan? Por ahora lleva 2 años en el seminario y todo va bien, lo único que me preocupa, es que ahora por razones de distancia familia, trabajo, etc., sólo puedo cambiar impresiones con él cada 6 meses. No veo nada raro en él solo una evolución muy positiva a mi criterio.

 

Jaime




Publicado el Monday, 05 September 2005



 
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