Me gustaría responder (aunque la autora no quería respuestas a su carta esto es inevitable debido al contenido de la misma que es impresionante, por decir algo) a la carta publicada el 19/08/2005 por Ana María Vargas o Amelia Bouroncle River) titulada: “Lo digo con amor de madre: dais asco”.

La carta me impresionó de verdad por su dureza y, como me siento absolutamente identificado con la página y me siendo miembro de la misma pues me he sentido ofendido y dolido.

En fin, Ana María, ya has recibido varias respuestas lógicamente como la de emeve del 22/08/2005 (para mi gusto la mejor puesto que desenmascara al decir que no pareces peruana que junto a tu doble firma –menudo desliz- denota cierta ánimo de esconderte al igual que la exigencia de no querer respuestas a tu carta –tirar la piedra y esconder la mano, como los críos-); la de amapola también del 22/08/2005 y la de Isabel Nath del 29/08/2005 (que entiendo pone en duda que seas realmente madre). Y ahora la mía.

En primer lugar, gracias por condenarme a las penas del infierno más profundo y fangoso. No me preocupa mucho tu condena puesto que, si no me equivoco, no serás tú quien me juzgue el día del Juicio Final. Creo que será alguien menos visceral que tú.

Para mi, tu carta junto con sus respuestas me hacen dudar que seas peruana (cosa que me da igual pero me divierte que te escondas) y de que seas madre (yo sí soy padre y eso te cambia la vida, te ensancha el corazón y ser más comprensible y también prudente, creo yo, entre muchas otras cosas, por supuesto). Me hace dudar también de que hayas leído un poquito la infinidad de testimonios y otros escritos de fondo y de peso que aparecen en la página. Tienes la idea (que no pretendes cambiar) de que somos un grupo de resentidos averiados mentales que atacamos vehementemente el Opus Dei. Pues mira Ana María, “cuando el río suena, agua lleva”, eso por un lado. Y por otro, esta vez no va dirigida a miembros de la Obra pero son todos bienvenidos si lo quieren como lo demuestra la publicación de tu carta y de muchas otras que atacan la página.

Imagínate que yo te digo que eres, por ejemplo, que eres la mujer más desordenada e incompetente del planeta tierra y que no me contestes a la acusación puesto que no voy a cambiar mi juicio ni quiero que me digas nada. Eres así y punto. Pues te enfadarás y dolerás con razón. Pues Ana María esto es simplemente lo que has hecho con todas las personas que se sienten identificadas con la web.

Tu carta destila una cerrazón y obcecamiento, en mi opinión, que hace imposible hablar contigo. Y aún así, fíjate que la página ha publicado tu carta y que has recibido varias respuestas intentando razonar contigo o explicarte ciertas cosas. Eso será porque los responsables de la página están locos y son carne del infierno. O quizá será porque tienen un sentido equilibrado de la libertad de expresión o, sencillamente, sentido común y algo de educación.

En fin, Ana María, no sé si leerás esto pero me sentía urgido a decirlo de todas maneras.

Un saludo,

MAURINA