Responsables de la prelatura personal del  Opus Dei ha sustituido las flores de plástico que habían puesto por unas de tela en el nicho que contiene los restos mortales del ingeniero argentino Isidoro Zorzano  en el cementerio de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid . Al mismo tiempo ha retirado del  mismo lugar una estampa para la devoción privada.

Isidoro Zorzano fue compañero de estudios del fundador del Opus Dei en sus primeros años en el instituto de Logroño. Al fundar Escrivá lo que hoy es una prelatura personal y tras encontrarse en una calle de Madrid cercana al Patronato de Enfermos en la calle Santa Engracia, Zorzano pasó a ser uno de los primeros de esta institución. El origen argentino de este ingeniero ayudó a salvar dificultades durante los años de la Guerra Civil Española.

Durante largos años la tumba de Isidoro Zorzano se encontraba a la entrada del cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, pero, con el inicio del proceso de beatificación, sus restos fueron trasladados al nicho actual, muy cercano a la zona denominada de los Héroes de Cuba.  A pesar de ser uno de los pocos del Opus Dei que se encontraban en proceso de beatificación –entonces no había fallecido el fundador—en el nicho no había flores. Con el tiempo se encargó de esta tarea un residente del Colegio Mayor Santillana, el centro de estudios de los numerarios de la delegación de Madrid-Este de la prelatura personal.

El hecho de tener flores de plástico en el nicho desmerecía a Isidoro Zorzano y revelaba el poco interés de la prelatura. La colocación de flores de tela ahora tampoco lo mejora mucho. Hay que recordar que la tumba del Santo Marqués de Peralta en Roma siempre estuvo acompañada de rosas rojas frescas. Una vez que éstas se ajaban pasaban a ser objeto de un proceso especial y eran enviadas a centros de la Obra en todo el mundo. Lo mismo ha sucedido con los restos de Alvaro del Portillo, sucesor de Escrivá y primer obispo prelado,  cuya tumba siempre está acompañada de flores frescas en la sede central de la prelatura en Roma.

Es costumbre en el Opus Dei que los sábados se coloquen unas flores frescas en los altares de lo diversos centros durante el rezo de la oración de la Salve o del Regina Coeli. Se ve que Isidoro Zorzano no tiene derecho ni a flores frescas, como Alvaro del Portillo ni como los centros de la prelatura. Eso sí, se dice y se difunde que está en proceso de beatificación, cuando, después de sesenta años de su fallecimiento, el proceso no ha salido de un tribunal del Arzobispado de Madrid. Incluso existe hasta una hoja informativa que se envía a las personas que desean suscribirse.

Estas son las cosas de la prelatura del Opus Dei. Tiene abiertos varios procesos de beatificación, pero en unos, como es el de Alvaro del Portillo, se pone mucho más interés que en otros. Un ejemplo de ello es Isidoro Zorzano. Si en la vida del Santo Marqués de Peralta, éste depositaba más confianza en el que luego fue su primer sucesor e incluso le nombró secretario general y uno de sus dos “custodes” (los que le hacían correcciones fraternas, siendo el otro el actual obispo prelado, Javier Echevarría), ahora está ocurriendo lo mismo y eso que el ingeniero era compañero de estudios.

NACHO FERNÁNDEZ