Me reí al leer el correo de Brian (29-7), pues me hizo mucha gracia su reflexión respecto a los ¡libros sobre la opus...! En cuanto a lo de Rafael Gómez Pérez, su mención me ha recordado un chiste breve según el cual Adán –el de Eva- tenía por apellidos Gómez –de primero- y Pérez –de segundo- porque Dios le dijo, refiriéndose al fruto del árbol prohibido:  Adán, si Gómez... Perezserás.

Y eso mismo –Perezserás- es lo que la opus dice, de una u otra manera, al que decide bajarse de su barca.  Por eso no hay abrazo para el que se va.

Recuerdo las últimas palabras que me dijo el director de turno, a modo de despedida, tras venir a visitarme a mi verdadera casa (la de mis padres) días antes de San José... Me dijo: ...la verdad es que no entiendo porqué le das la patada a la Obra...

Yo me limité a sostenerle la mirada mientras cerraba la puerta de su coche como quien cierra un capítulo de su vida... Estaba en paz interiormente... Me parecía grotesco que los maestros del engaño intentasen crearme conciencia de culpa... Ya no podían hacerlo porque yo había empezado a pensar por mi cuenta y a tomar decisiones...

El correo de Pensativo (29-7) me gustó especialmente, porque expresa muy bien una realidad que viví, con planteamientos que pensé y que sentí... Cuando yo tomé la decisión de irme, necesité algunos meses caer en la cuenta de que estaba intentando un diálogo imposible... así que finalmente decidí no dar más explicaciones... y hacer lo que estaba en mi mano... es decir, dar por terminado el intento de diálogo (es tiempo perdido) y dedicarme a preparar el plan de salida...

Cervantes, en el Quijote (en la novela del curioso impertinente), recoge un poema que expresa situaciones y contradicciones como las que se viven en la opus, incluso en el proceso de salida (esperando a veces un abrazo que es imposible), y concluye con la moraleja de que al que busca lo imposible es justo que lo posible se le niegue. Dice así:

Busco en la muerte la vida,

salud en la enfermedad,

en la prisión libertad,

en lo cerrado salida

y en el traidor lealtad.

  Pero mi suerte, de quien

jamás espero algún bien,

con el cielo ha estatuido

que pues lo imposible pido,

lo posible aún no me den.

En fin, el verano es tiempo de reflexión para muchos... Sugiero que nadie busque en lo cerrado salida, ni en la prisión libertad, ni en el traidor lealtad... Quien piense en irse que sepa que eso sí es posible y que la comprensión sólo la encontrará en los de fuera, no en los de dentro, porque así son las cosas.

Pd. : La gente que, como Santiago Matas, va exhibiendo títulos universitarios que nadie le ha pedido, se pone en evidencia. Si, además, como en el caso de Matas, el título básico es una carrera facilona, da un poco de risa. ¡Vaya pedazo de carrera que hizo el tío en sus años mozos!.

José Antonio.