Querid@s orejas,

La despedida de Satur (1 de agosto), como la de tantos otros, no hace sino confirmar que ésta es una página viva. Es normal que Satur - o quien sea - agote las anécdotas que ha venido recordando con tanta gracia y acierto. Le vamos a echar de menos; eso es seguro. Pero sin duda vendrán otros que colaboren y nos cuentes sus vivencias para que se pueda saber abiertamente qué está ocurriendo en la Obra y por qué está habiendo tanta gente tirada en la cuneta de mala manera. La respuesta de la “oreja” rezuma nostalgia y agradecimiento a una persona, Satur, que tanto ha hecho por la web (y por lo visto, también por ella misma). Mucho ánimo y adelante. Tú no lo sabes o no eres consciente, Agustina, pero te has convertido - de verdad - en el Buen Samaritano del Evangelio que con tu iniciativa ha curado y vendado tantísimas heridas (las mías, por ejemplo) mientras que sacerdotes, escribas y cuidadosos cumplidores de la ley han pasado de nosotros como de la mierda (con perdón, pero es así). Creo hablar en nombre de muchos cuando te decimos a tí y a todos los que mantenéis la web contra viento y marea: MUCHAS GRACIAS. La vida sigue, y es normal que algunos quieran olvidar pronto las malas experiencias pasadas.

Quizás no venga mal recordar que esta web nació en tus manos sin pretensiones polemicistas ni mucho menos revanchistas. Tú me lo dijiste un día: la idea era poner a disposición de quien lo quisiera aquellos libros prohibidos que no se podían leer en la Obra. Nadie está obligado a leerlos, pero la libertad es un don que Dios nos ha dado y ejercerlo se convierte en un derecho. La verdad es que esta página “se te ha ido de las manos” y la sección de correspondencia ha ido creciendo dando cabida a tantos testimonios crudos y reales que ponen el dedo en la llaga o solicitan una “oreja” cariñosa que le escuche. Quien tenga dos dedos de frente sabrá que en la Obra hay gente muy buena y santa que lucha a diario por ser mejor y alcanzar la unión con Dios. Pero también es muy cierto que algunas personas y - sobre todo - los métodos institucionales, están haciendo igualmente mucho daño a mucha gente. Que se sepa no es malo. Todo lo contrario.

Hay que dedicar tiempo, dinero y esfuerzo a mantener viva la web, pero ese trabajo no es en balde, y está ayudando a mucha gente como puede comprobarse a diario. Gracias por tanto a l@s orejas, pero gracias también a Satur y tantos otros (no doy nombres para no olvidarme de nadie) que han contribuido y contribuirán a hacer de esto un acto de verdadera caridad.

Un abrazo a tod@s de

Edu