Hola a todos. Ya hace días que no escribo, aunque leo todas las actualizaciones de nuestra querida peluquería.

Me imagino que habrá otros que contesten mejor a Ramírez y su correo del pasado 10 de Julio. Pero bueno, me lanzo con permiso de los veteranos. Tengo cierta intuición en cuanto al tipo de personalidad del autor del mensaje; lo tengo muy claro, pero me lo reservo.

Te despides diciendo que esperas réplicas, pues somos críticos con los desacordes. Hombre, qué quieres que te diga, con frases como "me dais pena", "batiburrillo de escritos", "escritos superficiales", "web tendenciosa" y otras expresiones, pues qué quieres. Eso no son críticas, son insultos y desprecio a los que han escrito en esta web. De la que, por cierto, no he asistido a ninguna "desaparición milagrosa", pero si lees un poquito más de lo que dices que has leído, encontrarás explicación a esa frase que tan poco te gusta. Verás, además, las artimañas utilizadas para ese fin. Por ejemplo, no sé a quién se le ocurriría calificarla como página pornográfica. Bueno, en realidad sí que lo sé.

Dices que con lo que escribimos hacemos de todo menos ayudarnos, sólo traemos a la mente malos recuerdos, cosas que sería mejor olvidar, que no cicatrizamos así nuestras heridas. Sin embargo, tu escrito rezuma elogios a la institución, o "colectivo", a sus miembros, a su fundador; incluso repites sus "slogans". Aclárate un poco, hombre. Aparte de eso, creo que no has captado el objetivo de esta web, que está muy lejos de contarnos unos a otros, cual marujonas, nuestras peripecias y desventuras. No es eso.

Mejor dejamos en paz a la pobre Santa Rita, que bastante mareo le dimos ya con las contestaciones a otro que usó tu misma frase. ¿No las has leído?.

Te parece vergonzoso que desde aquí se recomiende el libro de Carmen Tapia. Quisiera que utilizaras esos mismos calificativos con esos libros que, voluntariamente ¡faltaría más!, hay que comprar en la obra. Ojo, ¡eh!, voluntariamente, no como aquí, que obligamos a comprar panfletos y demás.

Mencionas unos puntos de agradecimiento al "colectivo". Te los comento.

El punto primero me recuerda a algo de noseque monje que llevaba nosecuantos años intentando ser... ¿cómo era?. Bueno, el caso es que lo había conseguido. En muchos pasajes de tu escrito demuestras que también tú, ¡enhorabuena!.

Punto dos. ¿Tienes algo en contra de la mujer española?. En tu escrito das gracias a Dios de que no lo fuera, como quien se libra de caer por un barranco merced a Su intervención. Mejor voy a pensar que no te expresaste bien.

No comento el punto tres. Al menos en lo que a tí respecta, pues entra dentro de lo muy personal. Por cierto, yo también quiero a mi mujer, pero eso no lo aprendí en la obra. Me enseñó ella, mi esposa.

En cuanto al cuarto, mira, te voy a dar la razón. Creo que todos hemos aprendido algo en la obra, aunque sólo sea a utilizar correctamente el cuchillo en las comidas. Sin embargo, hay cosas que no las he aprendido dentro, todo lo contrario. Por ejemplo, el respeto. Volvemos a lo de siempre, parece que modales, educación y humanidad sean patrimonio de la obra. Y la doctrina, la espiritualidad, no digamos.

En el punto 5 dices que abrazarías a muchos de los miembros que aún siguen dentro. ¿Sabes?, yo también. El problema, y me imagino que el tuyo, es que nunca terminan de ponerse a mi alcance. Es como eso de que dos no discuten si uno no quiere, pero al revés.

Dices que para los que nos fuimos "era un camino a ninguna parte". Me temo que dejas fuera a los que entraron con coacción, con engaños, con presión... ¿Y dónde ponemos a los que les dijeron que habían visto en la oración que no tenían vocación, después de haber observado anteriormente lo contrario?. ¿Y a los que echaron por enfermos?. ¿Y a los que...?

Me dejo algunas cosas. Terminas diciendo que esperas réplicas, para defenderte en otras cuantas respuestas, y luego te desconectarás. Pues mira, estoy tentado de despedirme como he hecho con otros:

¡Anda y corre al director...!. Esto, o nuevo Josecar a la vista.

Miguel Ángel.