bastian :
El amigo luterano que firma erintiransom tiene mucha razón en todo el aspecto teológico de su escrito del día de San Antonio. Pero me gustaría que aclarase qué entiende por "las verdades de la Biblia", "ser presas fáciles de la Nueva Era" y, esta es la mejor de sus ocurrencias, "volvernos libertinos".
Por mi parte, le voy a echar una manita. La Biblia no contiene ninguna verdad que podamos comprobar. ¿La costilla que le sacaron a Adán, la gran barca del diluvio... el pecado que se hereda pero que en el Evangelio queda desaparecido porque no pecó ni éste ni sus padres...? Y lo que se quiera añadir. Léamosla como literatura primitiva, gocemos de su belleza y sensualidad al llegar al Cantar de los cantares y no tomemos ejemplo de lo bestia que eran los profetas, los reyes, los jueces y el mismísimo sherif del condado.
Eso de la Nueva Era no sé muy bien qué carallo es, pero suena a mariconadita intelectual, a sucedáneo snobista para mentes limpias que aspiran al contacto con el más allá, la bondad celestial, la naturaleza como bonus maximus, las ondas alfa, el hare hare y el ñaca ñaca (esto último no lo veo tan inapropiado), y, en fin, una especie de aleteo bobalicón por firmamento ideado que no sé a qué puede conducir, pero que estoy seguro de que no va a atraer a ningún ex miembro del Opus Dei, sea mujer o varón. Es fácil de entender para quienes ya nos hartamos más que mucho de todo eso y más dentro del claustro de esa madre guapa que tanto nos quiso y tanto se preocupó de nosotros desde los catorce años y medio, que cuando a partir de los veinte nos mirábamos al espejo a la hora de afeitarnos por la mañana sólo veíamos la cara de la amargura. ¡Qué madre más buena e inteligente! Por no hablar del padre, el nexo, la godconexión, la simpatía in person, la inteligesion, la perfectesion, es decir: la descohonesion. Bueno, que la Nueva Era nos resbala. Y todo lo que huela a cera.
Y ahora lo del libertinaje. ¡Bingo, chato! Ahí te doy la razón, pero en más ampliado. Es decir, que no es que corramos el riesgo de volvernos libertinos, no. Es que necesitamos ser libertinos. Agunos, entre los que me incluyo, tuvimos que meternos un curso acelerado de relaciones sexuales teórico-prácticas de pago y gratuitas (siempre hay que poner pasta, aunque los hay tan bien hechos que hasta ahorran) para ponernos al día, para respirar con normalidad. Y como no sólo de mujeres vive el hombre ni de caballeros las damas -no entro en las modas actuales de chicos alegres y demás porque aunque los respeto, es asunto que no me va (como eso de esperar que piquen)- pues además de sexo aprendimos mucho de las sesiones libertinas de las huergas, francachelas, borracheras, en dúo y en trío, y hasta de los conciertos diabólico-roqueros con petas y mucho dum, dum, taca taca dum; dum, dum, taca taca,dum...
En fin, amigo hereje, (hermano separado) tú insiste a ver si nos conviertes.
Salud para todos.
Bastián
Publicado el Wednesday, 15 June 2005
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