Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Misterios por resolver (II). (En español).- Marypt

078. Supernumerarios_as
Marypt :

Dedicatoria: Este texto es un texto muy simple pero muy “sentido”, porque revela lo más íntimo de mis inquietudes “vocacionales” entre los 14 y los 18 años. Quería, por eso, dedicárselo a tres amigos –Josgar, Miguel L. e Carr- que conocí a través de la web y del chat éxodo y que, como yo, fueron víctimas de uno de los mayores males practicados por la Obra: la práctica de “cazar” adolescentes (aún apenas salidos de la infancia) para sujetarlos a un periodo de “formación” integral.

¿Autorización de las directoras para pasar de Numeraria a Supernumeraria?

 

Esta vez decidí comenzar por el “misterio” del Opus Dei que más me intriga porque es el que mayor importancia tuvo en mi vida: intentar entender cómo fue posible que –por insistencia mía- las directoras de mi centro me permitieron pasar del estatuto de Numeraria al de Supernumeraria.

 

Quien haya tenido la paciencia de leer mi testimonio más íntimo ("Andando hacia atras en el tiempo") ya sabe qué sucedió conmigo y que aquí procuraré sintetizar:

 

- "Pité" cerca de los 14 años y medio, totalmente forzada por la numeraria que me “atendía” y por la presión global del club que frecuentaba;

- Naturalmente –como sucedió con tantos de vosotros-, nadie me dio más alternativa que pedir la admisión como “asociada numeraria” y mucho menos me explicó que en una primera fase todas éramos jurídicamente supernumerarias;..



- Con 15 años hice la “admisión” como Numeraria (creo que es con la admisión cuando una persona es jurídicamente Numeraria, pero no estoy segura);

- A partir de los 16 años comenzaron a presionarme para hacer la “oblación”; por esa época hice mi primer curso anual y ahí “descubrí” parte de los horrores de la vida de numeraria.

- En esos momentos, ya se había pasado mi entusiasmo inicial (que más que nada era el resultado de la inmadurez de una adolescente) y había tomado conciencia de que no tenía ningún tipo de vocación hacia el celibato.

- Al oir hablar de los célebres “votos” que todavía se hacían entonces (estábamos al final de los años 70 y la Obra no era todavía prelatura personal), tomé una decisión muy firme: o pasaba a ser supernumeraria o tendría que dejar la Obra. Y comencé a vivir “libre” de las obligaciones de una numeraria (por ejemplo, viviendo en casa de mis padres, me resistía totalmente a participar de los momentos de “vida de familia” de las numerarias: meditación y misa por las mañanas, comida y tertulia, etc.);

- Pero mi pretensión (de pasar a supernumeraria) se encontró con fortísimas resistencias por parte de las directoras; durante casi dos años usaron todos los medios de presión para convencerme de “ser generosa y entregar mi vida entera a Dios”;

- Aún así, yo nunca desistí de mi postura: en conciencia estaba segurísima de que Dios no me pedía que siguiera una vida de celibato;

- Mientras tanto, de las decenas de jóvenes y adolescentes que habían pitado en los clubes, muchas pasaban a ser supernumerarias (de hecho, porque de derecho ya lo eran, por lo menos hasta la “admisión”), al cabo de algún tiempo;

- Por supuesto que yo utilizaba ese argumento para que conmigo también sucediera lo mismo. Las directoras insistían una y otra vez: en el caso de las otras personas tenían claro que el lugar de ellas era como Supernumerarias; pero en cuanto a mí, eso no pasaba, antes al contrario, todo indicaba (menos en mi conciencia, pensaba yo... ) que mi vocación era claramente de Numeraria;

- Los meses fueron pasando, yo no quería de ninguna forma romper las amistad que sentía y que había nacido con las personas de la Obra, pero me resistía a hacer la “oblación” y mucho menos a hacer los votos que querían que hiciese;

- Llegué a un estado de ansiedad tal que me negaba a volver a tratar de este tema. La vida iba transcurriendo y yo me comportaba como una adolescente normal de mi edad que –también digo-, procuraba vivir el plan de vida que me habían propuesto y participar en los medios de formación de la Obra.;

- Cuando entré en la Universidad  tuve la oportunidad de hacer un viaje al extranjero; las directoras me pidieron –como última tentativa- que en ese periodo fuera de mi país, frecuentase los medios de formación de las numerarias en el centro del país de destino;

- Estuve de acuerdo porque, estando sola fuera de mi ambiente normal, me pareció que “nada malo” me podría suceder. Y así fue: lo que presencié en el centro de la Obra de ese otro país me confirmó la certeza de que nunca, pero nunca, podría sobrevivir en tal ambiente artificial y de ausencia de libertad;

Semanas después de regresar, las directoras de mi centro me dijeron finalmente que podría hacer la “oblación” como supernumeraria. Me quedé muy contenta  y debo reconocer que por lo menos los dos años siguientes fueron muy felices para mí. Sentía que podía acercarme más a Dios ¡sin estar forzada a tener una vida fuera de lo normal!

 

Ante esta mi experiencia personal, fue con gran admiración (sorpresa) que –al pasar de los años y sobre todo, después de leer tantos testimonios de ex numerarios/as en “opuslibros”-, me di cuenta de que nunca conocí u oí hablar de un caso idéntico al mio. Son muchas las personas que aquí en la web afirman que también hubieran preferido pedir la admisión como supernumerarios/as... pero ninguna dice que lo hubiera conseguido...

 

¿Será, pues, que mi historia es un caso tan aislado?

 

Y, si la respuesta fuera afirmativa, ¿cómo se explica que pura y simplemente las directoras que me orientaron no decidieron que –a pesar de mi resistencia- yo tendría que dejar la Obra?

 

Agradezco anticipadamente vuestra ayuda a la “resolución de este misterio”; para mí es crucial comprender lo que sucedió en mi vida para poder vivir con plena libertad interior, consciente de mi pasado y consciente de las cosas positivas y de las menos positivas que la Obra me hizo vivir!

 

Marypt




Publicado el Friday, 10 June 2005



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 078. Supernumerarios_as


Noticia más leída sobre 078. Supernumerarios_as:
Las tres generaciones de supernumerarios españoles.- EscriBa


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.118 Segundos