Hola Felipe,

Entré en la web y he leído tu escrito. Tienes razón, es probable que todos seamos nuestro propio problema, por eso vale la pena descubrir cuál es y así vivir con nuestro verdadero yo, sin tenerle miedo.Fíjate, yo me he encontrado a los 50!! Es de risa, eh? ja ja, pero lo he conseguido.

Sí, he visto a Dios, y muchas veces. No te hablaré de los maravillosos paisajes, ni de los silencios del monte, te contaré algo tangible y es que gracias a Él he podido sacar a delante a mis hijos puesto que su padre no fue capaz de educarles ni de mantenerles. Cuando me quedaba sin un trabajo, surgía otro como por arte de magia y así caminábamos poquito a poco, repartiendo lo que teníamos y otras veces ayudados por mi familia. Y como yo, montones de gente, seguro. Ahora tengo un trabajo estable, un pisito y unos hijos hechos y derechos. Ahí está presente Dios, pero también he de decirte que para que esté, hemos de prepararle el camino. Si me hubiera quedado quieta, no me hubiera echado tantos cables. Él nos pide lucha, pero no hace falta mortificar al cuerpo, la vida ya se encarga de mortificarnos, y a veces demasiado, je je, pero vale la pena puesto que así aprendes a saber comprender a los demás y a intentar juzgar menos.

En esta web lo que yo veo es dolor, no resentimiento; intenta ponerte en el lugar de cada uno de ellos y  comprender que les cuesta abrirse y que aquí les es más fácil encontrar comprensión ya que, más o menos, han pasado por circunstancias parecidas, y eso ayuda mucho. Aquí se sienten libres para contar todo sin ser juzgados. Hay amor en esta web y ahí está Dios, en el cariño entre todos ellos, bueno...nosotros.¿No te parece?

Recibe un abrazo de corazón.

Luchadora.

PDT.: Satur, eres un fenómeno. Vaya escritos!!! Enhorabuena.!